Thursday, October 11, 2007

EMIL ZATOPEK, LA LOCOMOTORA HUMANA



Cuando publiqué el post “Robots: De Rossum a Brooks”, aún en pantalla, hice un rápido recuento de los checos que conozco: un par de músicos, Smetana y Dvorak, un cineasta, Jiri Menzel (“Trenes rigurosamente vigilados”), varios escritores, Jan Neruda, Franz Kafka, los hermanos Josef y Karel Capek, Vaclav Havel, además ex Presidente de la República Checa, y Milan Kundera, políticos, como Alexander Dubcek, el de la Primavera de Praga (1) y algunos deportistas como la tenista Martina Navratilova y la “locomotora humana”, Emil Zatopek.

En este ir y venir en el tiempo, me pareció interesante recordar a uno de los atletas más destacados del siglo XX. Mi memoria parece haberme jugado una mala jugada. Creía recordar que una de las especificidades de la nombradía del checo era que entrenaba con zapatillas pesadas, o algo así y que era imbatible cuando corría con las comunes y corrientes, valga la redundancia. Por otro lado esperaba con ojo experto, que encontraría en internet la conexión literaria, frecuente en estos casos. Cuando me enteré que Emil Zatopek, nacido en el año 1922, falleció en el 2000, creí que había acertado: siendo Zatopek un héroe nacional checo, era imposible que en su funeral, el Presidente de la República, unos de sus escritores más notables no le hubiera rendido un solemne homenaje. Sin embargo, Havel no pudo asistir al funeral, por lo que fue reemplazado por un alto funcionario de su gobierno. Esa conexión entre deporte y literatura, me permitió rendir un tributo a un legendario futbolista uruguayo, Obdulio Varela y al escritor argentino Osvaldo Soriano (post “Mi primera final”, (Junio, 2006).
Zatopek es considerado una de las grandes figuras del atletismo del siglo XX. Sus triunfos, su fuerza, resistencia y ritmo le valieron el apodo de "la locomotora humana". En los Juegos Olímpicos de Londres, 1948, ganó su primera medalla de oro, en los 10.000 metros, con récord olímpico y la de plata en los 5.000 metros. En los de Helsinki, 1952, en el apogeo de su carrera, en el transcurso de una semana, ganó tres medallas de oro, al imponerse en los 5.000 y 10.000 metros, en ambas con record mundial y en la maratón, que ganó con record olímpico.(1). Cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Melbourne, por su edad y a causa de lesiones, no pudo reeditar sus logros anteriores.
Su triunfal carrera deportiva, en la que batió 18 récords mundiales en diversas pruebas, tuvo un singular origen. Emil era obrero de la fábrica de calzados Bata, la que patrocinaba anualmente una carrera en la que competían sus trabajadores y vecinos. Emil Zatopek fue virtualmente forzado a participar en una de ellas. Para su sorpresa llegó segundo, lo que lo estimuló a iniciarse en el atletismo. Posteriormente, después de la segunda guerra mundial, en 1945, se enroló en el ejército, para seguir la carrera militar, alcanzando el grado de coronel. En el año 1968 Emil Zatopek apoyó las transformaciones impulsadas por Alexander Dubcek, que el mundo conoció como la Primavera de Praga, que buscaba dar al socialismo “un rostro humano”. Las fuerzas de l Pacto de Varsovia invadieron Checoslovaquia en el año 1969. Dubcek fue depuesto. Zatopek fue expulsado del Partido Comunista y del ejército y durante algunos años se ganó la vida trabajando de barrendero. En el año 1975 fue rehabilitado por el régimen comunista. Falleció el 22 de noviembre de 2000.

(1) En verdad Dubcek era eslovaco.
(2) Dana Zatopkova, su esposa, ganó en los mismos Juegos la medalla de oro, en el lanzamiento de la jabalina.

2 Comments:

Blogger esteban lob said...

Sin duda que Zatopek ha quedado en las letras grandes del deporte mundial, sobretodo porque corría en tiempos en que todavía no nacían las drogas dificiles de detectar, que potencias a los deportistas de élite de hoy.

Saludos.

5:24 PM  
Blogger esteban lob said...

FE DE ERRATAS:
En lugar de "potencias" debe decir potencian.

5:26 PM  

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