Monday, October 01, 2007

ROBOTS: DE ROSSUM A BROOKS


La naturaleza no ha encontrado más que una forma de organizar la materia viva. Hay, sin embargo, otro método más simple, más flexible y más rápido en el que la naturaleza aún no ha pensado. Este segundo procedimiento por el que se puede desarrollar la vida lo he descubierto yo hoy” (R.U.R: Del Diario de Rossum)
I
Dos checos, los hermanos Josef y Karel Capek escribieron “R. U. R.”, en el año 1921. Esta obra pasó a la historia del teatro porque en ella se usó la palabra “robot”, por primera vez, para designar una máquina antropomórfica, cuya finalidad es reemplazar el trabajo humano, haciéndolo más perfecto, productivo y barato. La obra fue publicada en inglés sólo en 1961 y en español en 1966, por Alianza Editorial. “R.U.R.” es el nombre de la fábrica de robot, Robots Universales Rossum, fundada por el fisiólogo Rossum, que funciona en una isla europea. La dirige Harry Domin, su Director General, junto a un puñado de científicos. Ha fabricado millones de robots que han desplazado el trabajo humano, en todo el mundo. Hasta la fábrica llega Elena Glory, una hermosa muchacha de 21 años, hija de un prestigioso profesor universitario, que se interesa por las condiciones en que trabajan los robots, en nombre de la Liga de la Humanidad. Domin se enamora a primera vista de ella y la convence que se casen. La muchacha insiste en que los robots deben ser fabricados con su propia alma y, a causa de ello, uno de los científicos, el doctor Gall, introduce modificaciones en su fabricación, las que conducirán, al poco tiempo, a una rebelión de los robots, los que se apoderan del mundo y dan muerte a todos los seres humanos. Sólo sobrevive Alquist, jefe de talleres de R.U.R, que debe enseñar a los Robots a reproducirse, para no desaparecer, a su vez. Dispone de dos robots para hacer sus investigaciones Primus y Elena, pero se desiste, al comprobar que están enamorados y, ninguno de los dos acepta la destrucción (la muerte) del otro. Los hermanos Capek escribieron la obra, una comedia dramática, después de la primera guerra mundial, en una Europa amenazada por el surgimiento de teorías y movimientos políticas totalizadores y deshumanizantes.

II

En el blog del comunicador y divulgador científico español Eduard Punset, que recomiendo con entusiasmo, en la sección “Charla con…” hay una estupenda trascripción de la entrevista que sostuvo hace un año con Rodney Brooks, director del laboratorio de inteligencia artificial del mítico MIT (Massachussets Institute of Technology), el centro más avanzado del mundo. De entrada Punset nos advierte que Brooks “destaca por sus trabajos en ingeniería de robots humanoides que expresan emociones en robótica. El título de la entrevista es: Robots en camino hacia la vida. “En uno de tus últimos libros dices que no te preocupa saber cuándo tendrán emociones los robots. Y agregas que lo fundamental para ti es llegar a entender realmente la diferencia entre la materia viva de la inerte”.
Brooks a su vez inquiere: ¿Qué es lo que hace que esa organización de moléculas esté viva frente a otra que no lo está? En la bioquímica moderna, en la biología molecular, no creemos en una explicación que diga que la molécula A se acerca a la molécula B y entonces el alma interactúa con las moléculas. Creemos que es todo mecánico. ¿Pero cuáles son las propiedades de ese mecanismo en su conjunto, de las piezas unidas? No entendemos qué es lo que hace que algo esté vivo. Y ¿podremos construir una máquina de la que podamos decir que está viva? Creo que esta es una cuestión más fundamental que la de si se puede construir una máquina que tenga emociones. Según Punset, la contribución más importante de Brooks al mundo de los robots y la inteligencia artificial ha sido el explicar con precisión que tenemos la percepción y después tenemos la acción. Antes la postura oficial en la inteligencia artificial era que en medio se encontraba la cognición, y esta cognición supone la capacidad de modelar. Brooks, en cambio, opina que los robots basados en el comportamiento funcionan de manera muy diferente: perciben y actúan; y de ahí procede la inteligencia.”Llegué a esta conclusión, explica Brooks, porque estaba intentando hacer que los robots se desplazaran, hace ya muchos años. Es muy difícil conseguir que un robot se mueva rápidamente, y estábamos haciendo mucho trabajo de computación para intentar construir ese modelo cognitivo interno que pudiera crear una reconstrucción tridimensional del mundo, por así decir. Y me fijé en los insectos, como el mosquito. El mosquito puede volar a un metro por segundo y puede encontrar su presa; y sin embargo sólo tiene unos pocos miles de neuronas. No hay un ordenador dentro de la cabeza del mosquito... ni siquiera en sus ganglios; no hay suficiente capacidad de computación ahí como para hacer posible que el mosquito haga lo que nosotros intentábamos que hicieran los robots. De manera que me di cuenta de que había una relación mucho más directa entre la percepción y la acción. Esto lo inspiraron los insectos, pero luego empecé a observar cómo las palomas y otros animales operaban, y vi que había relaciones muy directas entre la percepción y la acción. Y así incluso hasta el nivel humano: gran parte de lo que hacemos está completamente por debajo de nuestra conciencia, y después lo racionalizamos y explicamos lo que hemos hecho.

La entrevista a Rodney Brooks es extensa y contiene detalles asombrosos de lo que los científicos están haciendo hoy en esta materia y que esperan del desarrollo de la robótica para el futuro inmediato. Les sugiero la vean, se trata de una de aquellas informaciones que cambian en el lector las perspectivas de todas las cosas.

La entrevista termina con la siguiente afirmación de Brooks: “llegaremos a obtener robots que la gente pueda sentirlos como vivos, incluso si los analizamos y nos damos cuenta de que en realidad no lo están.”

¿Terminarán las investigaciones de Rodney Brooks y sus colegas en forma tan desastroza como las de Rossum?

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