Friday, August 24, 2007

JAIME GALTE, SU VIDA PARANORMAL


“Sueño”, óleo, del pintor español Francisco Romero (1960)
www.interarteonline.com/

En internet hay poca información sobre Jaime Galté; solo un artículo de Carlos Mora Vanegas, “Recordando a Jaime Galté”, publicado en varios sitios. Jaime Galté, fallecido en 1965, fue un destacado jurista, profesor de Derecho Procesal de las Escuelas de Derecho de la Universidad de Chile, en Valparaíso y Santiago, autor de un libro sobre la materia, publicado por la Editorial Jurídica. Perteneció a la masonería y se desempeñó en la Contraloría General de la República y en el diario “La Nación”. Todo esto forma parte de su vida “normal”. En este post nos interesa su vida “paranormal”, que, tratándose de una personalidad distinguida, garantiza su seriedad. Recuerdo, por ejemplo, el testimonio de dos abogados, que fueron sus colegas en la Universidad, Enrique Silva Cimma y Patricio Aylwin, que, alguna vez, se refirieron a su personalidad, en reportajes periodísticos.

El autor del mencionado artículo, es lo que en derecho llamamos un testigo de oídas. Conoció en la Sociedad Chilena de Parapsicología, a personas que estuvieron vinculadas con Galté y que, por tanto, pudieron apreciar sus facultades paranormales, como los doctores Brenio Onetto, Pasquali y Elcira Pinticart. Afirma, con el apoyo de esos testimonios, que Galté estaba dotado de excepcionales facultades mediumnicas y de sanación.

Según afirma Mora Vanegas, Galté tuvo su primera manifestación de dichas facultades en su juventud, “a través de un sueño, cuyo relato fue registrado en la mencionada Sociedad por la doctora Elcira Pinticart. Su padre había muerto hacía poco, cuando Galté soñó que viajaba en tren a Valparaíso y se dirigía a una plaza desconocida. Allí, en un hotel, el dueño le informa que su padre lo espera en la habitación número 28. "En el ataúd sólo había piedras", explica el padre para justificar el encuentro. Le informa que el abogado porteño Rafael de la Veau tiene títulos e instrucciones en un sobre sellado donde hay, además 1.900 pesos, un reloj y su argolla. Al día siguiente, Galté viajó realmente a Valparaíso y ubicó fácilmente al abogado De la Veau, al que sorprende al describirle el contenido del sobre sellado, que sólo conocía el difunto. En él había, efectivamente, mil novecientos pesos, un anillo, un reloj y varios títulos.

Galté, -afirma Mora Vanegas- “tuvo su primer contacto con el espíritu de Erik Halfanne, un médico suizo-alemán fallecido en Bolivia a principios del siglo XX. Invocado para ir en ayuda de un amigo de Galté -cuya hija estaba gravemente enferma-, el espíritu del médico entró en comunicación con el médium, iniciándose una relación que se mantendría durante años. El médico a través de Galté, recetó en aquella ocasión los remedios que salvaron la vida de la niña. Fue sólo el primer caso. Seguirían sumándose los infalibles diagnósticos para prestigio de Galté. Se sabe entre uno de los más extraordinarios es el que relata el doctor Brenio Onetto, siquiatra y parasicólogo amigo de Galté. El caso, que sucedió en los años cuarenta, afectaba a la hija de siete años de Luis Valencia Courbis, abogado y diputado conservador. En gravísimo estado, la pequeña recibió el diagnóstico de Halfanne: infección generalizada y principio de meningitis, provenientes de focos infecciosos de un molar superior izquierdo. Superada la gravedad por los medicamentos recetados en la emergencia, poco después el dentista Carlos Valencia, tío de la niña, confirmó en las radiografías el diagnóstico: infección en un molar superior izquierdo.”

Otro episodio del relato de Mora Vanegas es el siguiente. En una ocasión Galté pidió lápiz y papel y escribió un mensaje que provendría del espíritu de una persona recién muerta en el hundimiento de un barco: el Itata. Luego de la sesión, Galté y el grupo espiritista se enfrentaron a los titulares de la prensa: "Se hundió el Itata". En la lista de desaparecidos en el naufragio estaba el nombre de la persona cuyo espíritu habría transmitido su último mensaje a Galté.

“Otro aspecto interesante dentro de las manifestaciones de Jaime Galté, esta su comunicación con otro espíritu muy conocido en la Sociedad Chilena de Parapsicología. El Dr. Lowe dueño de una voz melodiosa y un leve acento inglés. Lowe como lo cita Pasquali deleitaba a los miembros de la Sociedad Chilena de Parasicología, que se reunían domingo a domingo a estudiar los fenómenos extrasensoriales. Llenos de sabiduría y amor hacia la humanidad, los mensajes de Lowe surgían como respuesta a las inquietudes existenciales de los profesionales que formaban la Sociedad. Durante décadas, los mensajes fueron taquigrafiados y, más tarde, grabados. Galté los recopiló y los vertió en dos libros: "Ante el umbral" y "En el umbral". En ellos se analizan puntos claves de la existencia humana y se exponen los que -para Mr. Lowe- eran los pilares de la verdad: amor, caridad y sinceridad. También están contenidas en ambas obras las ideas masónicas de Galté, miembro de esa orden. De acuerdo con el mismo relato, otras de las facultades de Galté era la de “desdoblarse para ir a atender a pacientes lejanos tal fue el caso de su visita al diplomático y escritor Miguel Serrano, afectado por una parálisis sicosomática. Pero el escritor no pudo agradecerlo: Galté desapareció de su vista en la habitación. Era su cuerpo astral el que le había intervenido.

En mi archivo personal, tengo tres artículos del periodista José Luis Recart sobre parapsicología, publicados en la Revista del Domingo, de El Mercurio, entre 1966 y 1967, uno de ellos sobre la Sociedad Chilena de Parapsicología, que no menciona a Galté. En otro, publicado en la Revista Paula, año 1965, el mismo en que falleció Galté, el periodista Luis Alberto Ganderats entrevista al psiquiatra y neurólogo chileno Fernando Lolas Stepke, quién, en cinco minutos, cuenta el entrevistador, destruyó la posibilidad de considerar ciencia a la parapsicología.

Me cuento entre quienes creen que la infabilidad es una facultad escasa entre los seres humanos, aunque tengan la disposición de su cuerpo y espíritu. Mi duda es la siguiente: ¿Por qué causa un médico reducido a su espíritu --privado de su cuerpo y, en consecuencia de su cerebro-- podría ser más eficiente en el diagnóstico y medicación de enfermedades que sus colegas vivos, en un país que cuenta con más medios y que lo aventajan en cuatro o cinco décadas de experiencia profesional? ¿Cómo se las arreglaba el espíritu del doctor Erik Halfanne, para mantenerse al día en materias científicas? ¿Existe en alguna parte un lugar en que se imparta postgrados a espíritus sin cuerpos?

Con todo, si el rio suena…


5 Comments:

Blogger viejito radical said...

Interesante artículo, llegue por esas cosas no explicable cuando uno se mete en el internet y los buscadores.

Felicitaciones.


Nabuco

12:48 PM  
Blogger eDuca said...

Excelente post. La verdad que la vida de Jaime Galté es asombrosa. Sus facultades paranormales son realmente asombrosas. Hay decenas de historias, si deseas conocer más sobre ellas visita este sitio:
http://fgamboag.wix.com/jaimegalte

9:28 PM  
Blogger eDuca said...

Excelente post. La verdad que la vida de Jaime Galté es asombrosa. Sus facultades paranormales son realmente asombrosas. Hay decenas de historias, si deseas conocer más sobre ellas visita este sitio:
http://fgamboag.wix.com/jaimegalte

9:29 PM  
Anonymous Anonymous said...

Mi abuelita se atendió con él. Me contaba que era muy chica y le llamaba la atención que el sólo cerraba los ojos y pasaba sus manos como si le estuviera haciendo un scaner y luego escribía todo en un papel.
Buen post!

5:19 AM  
Blogger Leonora del Pozo said...

Yo soy una de las personas que estamos sanas gracias a Jaime Galte.

7:31 PM  

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