¡MI REINO POR UN CABALLO!
En el post “El asesinato de Julio César según Shakespeare”, Junio 2007, recordé una escena del drama de William Shakespeare “Julio César”. Se trataba del discurso de Marco Antonio en su funeral. Ahora quiero recordar otra escena, esta vez de “Ricardo III”, que, en este caso, mi memoria registra no por la lectura de la obra sino por la magistral interpretación del actor Laurence Olivier, en un film que el mismo dirigió en 1954.
La historia:
En la segunda mitad del siglo XV, la guerra civil estalla en Inglaterra: es la "guerra de las rosas", entre las casas de Lancaster y York, la rosa roja y la rosa blanca, según el distintivo de su heráldica. La victoria de Mortimer Cross desplazó del trono a los Lancaster y Eduardo IV, de York, fue proclamado rey. Ricardo III (1452-1485) fue Rey de Inglaterra entre 1483 y 1485. Hijo de Ricardo de York, hermano de Eduardo IV, luchó en la batalla de Barnet (1471) contra las tropas de la familia Lancaster, contribuyendo a la victoria final. Tras la muerte de Eduardo IV, Ricardo, duque de Gloucester, se convirtió en regente del reino, puesto que su sobrino Eduardo V, era menor de edad. Mediante una acusación de ilegitimidad, logró convencer al Parlamento para que desposeyera a su sobrino. Eduardo V y su hermano fueron encarcelados en la Torre de Londres, y posteriormente asesinados. Ricardo III fue proclamado rey en medio de una creciente oposición, que a la postre sería aprovechada por el conde de Richmond, Enrique Tudor, quien, tras desembarcar en Millford Haven, lo derrotó en la batalla de Bosworth Field y le dio muerte.
El drama:
“Ricardo III”, escrita en 1591, es la cuarta obra que Shakespeare escribió sobre la historia de Inglaterra. Se trata de una adaptación de acontecimientos históricos. la crónica del último rey inglés que murió en el campo de batalla, de su espectacular camino hacia el trono y de su rápida caída. Ricardo, duque de Gloucester, es un ser monstruoso y satánico. Está decidido a ser Rey y para conseguirlo usará el engaño, la hipocresía, la crueldad (asesinó a su hermano, su cuñada y sus sobrinos). En la obra, Ricardo III busca justificar sus actos presentándose al público como víctima de las circunstancias y de su deformidad física (era jorobado).
Las escenas recordadas:
Acto quinto. Escena IV
(Otra parte del campo)
Toques al arma, incursiones. Entran Norfolk y fuerzas; se le acerca Catesby.
Catesby: ¡Socorro, lord Norfolk, socorro, socorro! El Rey hace más pródigios que un hombre, atreviéndose a enfrentarse con todos los peligros: le han matado el caballo y combate a pie, buscando a Richmond en la garganta de la muerte. ¡Socorro, ilustre señor, o si no, la batalla está perdida!
Toques al arma. Entra el Rey Ricardo.
Ricardo: ¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo!
Catesby: Retiraos, señor: os ayudaré a encontrar un caballo.
Ricardo: ¡Villano, he echado la vida a una tirada de dados, y afrontaré el azar de la suerte! Creo que hay seis Richmond en el campo: he matado a cinco en vez de él. ¡Un caballo, un caballo! ¡Mi reino por un caballo! (Se van)
Acto quinto. Escena V
(Otra parte del campo)
Toques al arma, incursiones. Entran por lados opuestos el Rey Ricardo y Richmond; luchan y se van luchando. Retirada y toque de trompeta. Luego vuelve a entrar Richmond, con Stanley, que lleva la corona, y otros Lores, y fuerzas.
Richmond: ¡Dios y vuestras armas sean alabados, victoriosos amigos! La jornada es nuestra: ha muerto el perro sanguinario.
Stanley: Valeroso Richmond, bien te has portado. Mira, aquí, esta realeza tanto tiempo usurpada, la he arrancado de las sienes muertas de ese miserable sanguinario, para agracias con ella tu frente: llévala, disfrútala y házle honor.
Richmond: ¡Gran Dios del cielo, di amén a todo esto! Pero, decidme: ¿está vivo el joven George Stanley?
Stanley: Lo está, señor: sano y salvo, en la ciudad de Leicester, adonde, si os place, nos retiramos ahora. Richmond: ¿Qué hombres de importancia han muerto en ambos bandos?
Stanley: John, duque de Norfolk, Walter, lord Ferrers, sir Robert Brakenbury y sir William Brandon.
Richmond: Enterrad sus cadáveres como corresponde a sus prosapias: proclamad un perdón para los soldados huidos que vuelvan con nosotros con sumisión, y luego, como hemos jurado sacramentalmente, uniremos la rosa blanca con la rosa roja. ¡Sonría el cielo sobre esta bella unión, después que tanto tiempo ha fruncido el ceño sobre su enemistad! ¿Qué traidor me oye sin decir amén? Inglaterra ha estado mucho tiempo loca, hiriéndose a sí misma: los hermanos vertían ciegamente la sangre de sus hermanos, los padres, ataban coléricamente a sus propios hijos; el hijo, obligado, era matarife de su padre. Todo esto desunía a York y Lancaster, separadas en horrenda discordia. ¡Oh, ahora Richmond e Isabel, legítimos sucesores de ambas casa reales, se unan por hermosa ordenación de Dios! ¡Y que sus herederos -si así lo quieres, Dios- enriquezcan el porvenir con la paz de liso rostro, con sonriente abundancia y bellos días de prosperidad! ¡Derriba el filo de los traidores, generoso Señor, que quieran reproducir otra vez esos días sangrientos, haciendo llorar a la pobre Inglaterra en ríos de sangre! ¡No les dejes vivir para probar la prosperidad de este bello país! Ahora las heridas civiles están cerradas, y la paz vuelve a vivir para que viva aquí mucho tiempo, Señor, ¡di amén!
(Se van)
La película:
Laurence Olivier dirigió en 1954 el film “Ricardo III e interpretó el rol del sanguinario rey. Como era previsible, el film modifica la obra para permitir adaptarla a las exigencias de la cinematografía. En la película y en la actuación de Olivier, la escena en que, en el fragor de la batalla, Ricardo pierde su cabalgadura y clama al cielo “¡Un caballo! ¡Un caballo! ¡Mi reino por un caballo!”, es de tal sinceridad que produce en el espectador el efecto que Shakespeare buscaba: el deseo que Dios escuche a Ricardo y lo provea de un caballo que le permita continuar la lucha, por injusta que sea. La escena es inolvidable.
El cuadro:
La foto que ilustra este post es del “Retrato de Laurence Olivier en el papel de Ricardo III”, de Salvador Dalí. Conocí esta pintura porque fue reproducida en un reportaje fotográfico publicado en la edición internacional de la revista brasilera “O Cruzeiro”, del 1 de Julio de 1957, sobre el actor británico, que ahora tengo a la vista. La idea era scanear la foto, para publicarla. Según el reportaje, el cuadro pertenecía al actor, que mantenía en Londres una importante colección privada. Actualmente la obra pertenece a la “Fundación Gala”, Se trata de un óleo sobre tela, de 73.50 x 63.00 cm. No tuve necesidad de scanearla, una tincada de último momento me hizo buscar el retrato entre las imágenes de Google y ¡ahí estaba! Aparece como una adquisición reciente de la Fundación y forma parte de la exposición “Salvador Dalí en el epicentro del cine”.
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17 y 18 DE DICIEMBRE: PROTESTA PACÍFICA CONTRA CAZA DE BALLENAS Y PETICIÓN PARA QUE EN CHILE SE CREE UN SANTUARIO DE BALLENAS.
A través de la presente carta se invita a todas aquellas personas chilenas y medios de comunicación que se sientan comprometidas con el medio ambiente y la vida animal a unirse a una campaña que pretende protestar de forma pacífica por la cruel matanza de ballenas que está realizando Japón según ellos con fines científicos.
Organismos Internacionales y ciudadanos de otros países
Les rogamos nos apoyen en sus respectivos países durante los días 17 y 18 de diciembre de estás u otras formas. Les pedimos además que divulguen esta información en los medios de comunicación de sus respectivos países y entre sus conocidos.
Propósitos
1. Pedirle al Gobierno Chileno que evite la entrada de barcos Japoneses a nuestros territorios para llevar a cabo la injustificada caza de ballenas.
2. Obligar al gobierno Chileno a que solicite continuamente ayuda a organismos internacionales.
3. Que se impida ahora y en un futuro una caza de éste u otro país de tantos ejemplares de ésta o cualquier otra especie.
4. Declarar las aguas jurisdiccionales chilenas como Santuario de Ballenas.
Manifestación
17 y 18 de diciembre 2007
Existen tres modos de manifestarse:
1. Colocar en el automóvil, bicicleta, micro, taxi u otro medio de transporte el siguiente mensaje dirigido a la presidenta de nuestro país, la Sra Michelle Bachelet "PRESIDENTA BACHELET, IMPIDA LA CAZA DE BALLENAS POR PARTE DE JAPÓN"
2. La segunda forma de manifestarse es usar en la muñeca amarrada o enganchado en alguna parte de nuestra vestimenta un lazo verde ya sea de cinta, lana u otros.
3. La tercera y tan importante como las otras es firmar la carta que Greenpeace ha elaborado. Para pincharla se debe ingresar a la siguiente dirección: http://www.greenpeace.org/international/campaigns/oceans/whaling/great-whale-trail/make-the-call-for-whales
www.estamosenpeligro.blogspot.com
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