Monday, June 14, 2010

EN LA FILA PARA PEDIR PERDON I

Alberto Durero: Adán y Eva en el Jardín del Edén. Museo del L´Óuvre.

Nunca pedí perdón ni perdoné a nadie y no le atribuyo valor a esos actos independiente de sus contenidos. Intentaré justificar lo dicho sin entrar en la contingencia, o, atendido los tiempos que corren, en el área chica.

Si interpreto los actos de pedir perdón o perdonar por su sentido natural y obvio, constataré que no son sino dos de las miles de opciones que una persona tiene en su vida. La palabra perdonar es el antónimo de castigar y las usamos cotidianamente, como cualquiera otra.

Sin embargo, si busco la definición de perdón en Google, la mayoría de sus sitios me derivarán a su acepción religiosa e, invariablemente, a la noción de pecado.

Del sitio http://www.questions/.org, tomo los siguientes conceptos, que en el texto consultado están respaldados por numerosas citas bíblicas: el pecado es la trasgresión a la ley de Dios. Tuvo su origen en la rebelión de Lucifer, el más hermoso y poderoso de los ángeles”, que deseó ser semejante a Dios, seduciendo a Adán y Eva en el Jardín del Edén, “con la misma seducción: “...seréis como Dios,..”. A partir de ese momento, el pecado pasó a través de todas las generaciones de la raza humana, y nosotros como descendientes de Adán, hemos heredado el pecado”. De acuerdo con lo anterior, nací con una culpa, la de Adán y Eva y por eso no tiene nada de raro que, antes de hacer mi Primera Comunión, a los siete años, haya tenido que “confesar mis pecados” a un sacerdote o que haya tenido que pedirle a Dios perdón con un Padre Nuestro, como penitencia.

Aquí soy culpable, sin apelación. La ley humana en cambio, no considera válidos los actos de los menores de edad, que considera incapaces para estos efectos. Además, la ley civil presume la buena fe y la penal, la inocencia.

Así pues, mi primera conclusión será que los actos de pedir perdón y de perdonar, deben ser liberados de su carga religiosa y considerados en su mérito, sin otra consideración que la ley y la conciencia individual.

2 Comments:

Anonymous O Bravo said...

De acuerdo, pero te advierto que esto no le va agustar al Papa, que se lo pasa pidiendo perdón por todas las que hacen los suyos.

Y que gane la roja hoy, perdón, la selección chilena.

Oscar

3:42 AM  
Blogger maria estela said...

Siga escribiendo! Saludos. Estela.

1:45 PM  

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