LI PO ANTE EL VINO DE MI COPA
El viento viene del Este
en un palanquín de seda.
Riza el vino de mi copa
el viento de primavera.
Bajo la lluvia de pétalos
de las ramas desprendidos,
como las rosas abiertas
está tu rostro en el vino.
¿Has pensado cuantos años
las glicinas, los almendros,
florecerán tras tus rejas
iluminando tus sueños
Es hora, niña, que dance El sol
camina al ocaso;
la tarde se va, en la noche,
la juventud, en los años.
La vida, niña algún día
blanqueará nuestros cabellos.
Amor y vino en las copas
antes que se marche el tiempo.
La primera vez que escuché el nombre del poeta chino LI PO, conocido también como Li Tai-pé, fué en un programa nocturno que muchos años atrás, cuando aún no existía la televisión, trasmitía la Radio Nuevo Mundo. Se llamaba “Poker de Ases”, y consistía en charlas de cuatro panelistas que trataban en cada emisión temas de carácter cultural. A pesar del tiempo transcurrido recuerdo con precisión el nombre de tres de ellos: el escritor Juan Enrique Délano, el periodista Alfredo Taborga y el profesor Carlos Fortín. Lo curioso es que no me acuerdo del cuarto integrante; es posible que en cada programa se invitara especialmente a un cuarto panelista.
en un palanquín de seda.
Riza el vino de mi copa
el viento de primavera.
Bajo la lluvia de pétalos
de las ramas desprendidos,
como las rosas abiertas
está tu rostro en el vino.
¿Has pensado cuantos años
las glicinas, los almendros,
florecerán tras tus rejas
iluminando tus sueños
Es hora, niña, que dance El sol
camina al ocaso;
la tarde se va, en la noche,
la juventud, en los años.
La vida, niña algún día
blanqueará nuestros cabellos.
Amor y vino en las copas
antes que se marche el tiempo.
La primera vez que escuché el nombre del poeta chino LI PO, conocido también como Li Tai-pé, fué en un programa nocturno que muchos años atrás, cuando aún no existía la televisión, trasmitía la Radio Nuevo Mundo. Se llamaba “Poker de Ases”, y consistía en charlas de cuatro panelistas que trataban en cada emisión temas de carácter cultural. A pesar del tiempo transcurrido recuerdo con precisión el nombre de tres de ellos: el escritor Juan Enrique Délano, el periodista Alfredo Taborga y el profesor Carlos Fortín. Lo curioso es que no me acuerdo del cuarto integrante; es posible que en cada programa se invitara especialmente a un cuarto panelista.
En uno de estos programas, Juan Enrique Délano disertó sobre LI PO, de su obra, de su vida y de su fascinante personalidad. Fue el poeta más famoso y popular de la dinastía Tang, considerada la época de oro de la poesía china. Vivió entre los años 762 y 701. Un historiador de la literatura antigua, Klabund, sostiene que fué el más grande de los poetas líricos “de todos los tiempos y de todos los pueblos”.
Las mismas anécdotas que contó Juan Enrique Délano, esa noche, las encontré años después en la obra de Klabund “Historia de la Literatura”. Li Po fue inmensamente popular, sin distinción de clases sociales. Frecuentaba los palacios de los príncipes y del Emperador, que se consideraba su amigo y lo colmaba de honores. Se cuenta en la tradición china que el Emperador, quién le había proporcionado un empleo en palacio y una renta, después de una orgía, transcribió con su propia pluma un poema que el poeta, completamente borracho, le dictó. En otra oportunidad, el Emperador entusiasmado con el genio del poeta, le regaló un traje de su propio guardarropa, el más alto honor que podía concederle. Li Po quiso compartir dicho honor con la gente que lo amaba, y recorrió las callejuelas y las tabernas de la ciudad. Se cuenta que, vestido con su traje imperial, ya ebrio de tanto brindar, se hizo rendir acatamiento como un Emperador y pronunció encendidos discursos, ante el pueblo congregado en torno suyo, hasta quedar tendido en algún lugar, en medio de la noche.
Li Po murió ebrio, ahogado durante una excursión nocturna, al caer de una embarcación al mar. Una advertencia final: Cuando Li-Po habla del vino, se refiere a un licor que se extraía del arroz y no de la vid.
Las mismas anécdotas que contó Juan Enrique Délano, esa noche, las encontré años después en la obra de Klabund “Historia de la Literatura”. Li Po fue inmensamente popular, sin distinción de clases sociales. Frecuentaba los palacios de los príncipes y del Emperador, que se consideraba su amigo y lo colmaba de honores. Se cuenta en la tradición china que el Emperador, quién le había proporcionado un empleo en palacio y una renta, después de una orgía, transcribió con su propia pluma un poema que el poeta, completamente borracho, le dictó. En otra oportunidad, el Emperador entusiasmado con el genio del poeta, le regaló un traje de su propio guardarropa, el más alto honor que podía concederle. Li Po quiso compartir dicho honor con la gente que lo amaba, y recorrió las callejuelas y las tabernas de la ciudad. Se cuenta que, vestido con su traje imperial, ya ebrio de tanto brindar, se hizo rendir acatamiento como un Emperador y pronunció encendidos discursos, ante el pueblo congregado en torno suyo, hasta quedar tendido en algún lugar, en medio de la noche.
Li Po murió ebrio, ahogado durante una excursión nocturna, al caer de una embarcación al mar. Una advertencia final: Cuando Li-Po habla del vino, se refiere a un licor que se extraía del arroz y no de la vid.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home