ASOCIACIONES DE IDEAS
Este spot es producto de una asociación de ideas. Ví en la red un artículo sobre Andy Warhol, el célebre pintor norteamericano, máximo exponente del “pop-art”. De inmediato recordé dos pinturas que son íconos de dicha corriente artística, el tarro de sopa Campbell y sus retratos de Marulyn Monroe. Recordé enseguida, en relación al primero, , un poema de Oscar Hahn, llamado “Televidente”, y, como era inevitable, la notable “Oración por Marilyn Monroe”, de Ernesto Cardenal. Pero el paralelo que quiero hacer aquí es con un poema anterior, que lo hermana con el del chileno. Ambos poetas, latinoamericanos, residen en ciudades norteamericanas cuando escriben sus poemas, el chileno, porque es profesor de literatura en Iowa y, el nicaragüense, porque es seminarista en el monasterio de Gethsemani, en Kentucky, años 1957-1959, Cardenal tenía entonces algo más de 30 años. Uno está de vuelta en su “cuarto”, mientras que el otro, escribe los poemas de su libro ·Gethsemani, Ky.”, por las noches, encerrado en su “celda”.”. Desafortunadamente no tengo a la mano el libro, porque el poema que me habría gustado incluir en este spot, es todavía más nostálgico que “Como latas de cervezas vacías”, cuando intenta imaginar lo que, a esa hora, sucede en Managua. En los dos poemas hay latas, de sopa en un caso y de cervezas en el otro y en ambos, un televisor de por medio. Los dejo con estos poemas y perdonad la lata.
TELEVIDENTE
Oscar Hahn
Aquí estoy otra vez de vuelta
en mi cuarto de Iowa City
tomo a sorbos mi plato de sopas Campbell
frente al televisor apagado
la pantalla refleja la imagen
de la cuchara entrando en mi boca.
Y soy el aviso comercial de mi mismo
que anuncia nada a nadie
De GETHSEMANI, Ky.
Ernesto Cardenal
Como latas de cerveza vacías y colillas
de cigarrillos apagados, han sido mis días.
Como figuras que pasan por una pantalla de televisión
y desaparecen, así ha pasado mi vida.
Como los automóviles que pasaban rápido por las carreteras
con risas de muchachas y música de radios...
Y la belleza pasó rápida, como el modelo de los autos
y las canciones de las radios que pasaron de moda.
Y no ha quedado nada de aquellos días, nada,
más que latas vacías y colillas apagadas,
risas en fotos marchitas, Boletos rotos
y el aserrín con el que al amanecer barrieron los bares.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home