Thursday, March 01, 2007

UNA HISTORIA DIVERTIDISIMA



“Esta mujer está loca
quiere que la quiera yo.
Que la quiera su marido,
el tiene la obligación.
Angel Parra


“Escucha Cloty, estoy indignado con tu marido. Hace dos meses que no paga mis cuentas y me acaban de cortar la luz. Así no se puede vivir”.
--”………………….”--
No me escuchaste Cloty, tengo muchos problemas, no estoy para escuchar historias, por divertidísimas que sean”.
--“……………..”--
“Mira no exagero. Intenté subir las persianas veneciana y están trabadas. De tanto forcejear me cayó tierra en los ojos. Voy al baño para lavármelos, me saco los lentes, estornudo y se vuelan; estoy de cuatro patas en el suelo buscándolos cuando alguien se cuelga del timbre. Bajo a trastabillones la escala, abro la puerta y me encuentro con un cretino que me dice que no he pagado la cuenta de la luz, me corta el suministro y tu dices que exagero”.
--“…………………….”—
“De acuerdo, te veré en el “Rue Morgue” (1)

El muchacho que nos atiende en el bar se llama Ricardo Lagos, igual que el Presidente. Cuando el Paco lo supo pensó que podría ser beneficioso para su negocio. Llamó al administrador, Augusto Dupín, y le dijo: “Augusto te presentó a Ricardo Lagos” y a Ricardo: “Te presento a Augusto Dupin”. Augusto comprendió de inmediato lo del alcance de nombre, pero tuvo que mostrarle su cédula al muchacho para que le creyera. Cuando advirtió que el par de giles no entendía la razón de su incredulidad, les explicó que Augusto Dupín es un famoso detective creado por un escritor, un tal Edgard Allan Poe, o algo así, la Cloty sabe. Lo concreto es que el bar cambió de nombre, Ricardo Lagos es el poder tras las sombras (en el bar no se mueve una hoja sin que lo sepa). Inventó la idea de bautizar a los clientes con nombres taquilleros, a cambio, si aceptan, de fuertes rebajas en los precios de los consumos. El bar se llenó de gente famosa y el trio está ganado dinero a manos llenas. En uno de los muros del bar hay una foto en que estamos la Cloty y yo y bajo ella, se lee: “Bill y Hillary Clinton”. Ricardo Lagos quería que Cloty acepara registrarse como Mónica no-se-cuanto. La Cloty aceptó de inmediato pero cuando Ricardo me explicó quién era la tal Mónica, me opuse a su idea, tenazmente. Este Lagos es un canalla, debería irse al SQP y dejarnos tranquilos.

Ricardo me ve entrar a la distancia y, según acostumbra, me grita, ¡adelante Sr. Clinton, la Sra. Hillary lo espera al fondo!. Mientras avanzo entre las mesas los parroquianos siguen la broma y me saludan como si fuera Bill Clinton. Debo retribuir el saludo, en la misma forma, --veo en las mesas a Fidel, Lula, Osama Bin Laden, Shakira, Benedicto XVI, Madonna--, pero no estoy de humor para estupideces.

Pedimos dos pisco sour. Apenas Ricardo los deja en la mesa, Cloty toma su vaso y se bebe el trago al seco. Hace un ademán de saludar a alguien a mis espaldas y mientras lo averiguo, en un movimiento sorpresivo, veloz, preciso, toma mi vaso y se lo zampa. No alcanzo a protestar y me dice que va a la tualet, que necesita tomar una ducha. (¿Cómo se escribe tualet? Le preguntaré a Charles. “¿Aló? ¡Charles! ¿Cómo estás? ¿Bien? ¡Que bueno!, ¿Qué estás grabando, qué? ¿Venecia sin mi? ¡Ah! ¡Sin ti!, Bueno, Charles ¿me puedes decir como se escribe tualé? “T-o-i-l-e-t-t-e”. -- Con Charles nos conocemos desde que estuvo en Chile para filmar una película, “La rata chata o chanta, algo así, la Cloty se acuerda. Bueno, Charles, muchas gracias, ¡Arrivederchi Roma, ja,ja”! Bueno, sigamos, Cloty se fue al toilette ¿A tomarse una ducha? Bueno, ya saben, está cada vez más loca.

Cloty regresa a la mesa, balanceándose al ritmo de “Vaga ciudad”, la estupenda canción de “Raudales·, que alguien puso en el wurlitzer, entre los piropos de Lula, Fidel, Osama y Benedicto. Detrás vienen Ricardo, que trae una botella de champagne (así leo en la botella) y Bob, el fotógrafo del bar. Ricardo anuncia que nos hemos ganado un premio con el puntaje acumulado, “de conformidad con el Reglamento del Club de Famosos Rue Morgue”. “Les cambio las copas”, dice Ricardo, mientras descorcha la botella. Cloty alza su mano derecha, en ademán de saludar a alguien, pero esta vez no sigo su mirada: para ponerla a salvo, tomo la botella y la alzo. En la foto oficial aparezco como si hubiera querido empinármela, al seco. ¡Señores, las apariencias engañan! No hago esas cosas. En la foto la Cloty sale con cara de reproche. No he podido conseguir que el Paco la quite, dice “!Nadie está sobre el “Reglamento”! Ricardo, lo apoya: “Las instituciones funcionan caiga quién caiga!”

“Tengo que contarte algo divertidísimo”, insiste, tan pronto vuelve la calma al “Rue Morgue, pero, justo en este instante, suena su celular y se enfrasca en una animada conversación. Mientras habla, voy a ponerlos al día. La Cloty se casó hace seis meses con el dueño de un estrelloso hotel del barrio alto. Después de la boda se fueron a vivir a un departamento del mismo hotel. El tipo viaja permanentemente y, a los dos meses, durante uno de los viajes de su marido, regresó a su departamento. Su idea era vivir en el hotel solo cuando su marido estuviera en Santiago. En esos días se desocupó el departamento del lado y la Cloty me pidió que lo arrendara. Me negué terminantemente porque no tengo dinero para pagar el canon ni las cuentas, pero mi ex novia insistió y me aseguró que todos esos gastos los pagaría su marido. Finalmente, acepté, pero, como el cretino no paga, tan pronto termine su perorata, le informaré que no aguanto más, que me largo. Para mi asombro, tan pronto termino de escribir la última frase “el eje del mal” que me rodea estalla en vivas y aplausos, en una clara señal de respaldo, que me emociona.

¡¿Qué te largas!? ¿Estás loco? Mira, esto lo soluciono en cinco minutos… Se hace un silencio sepulcral. En el “Rue Morgue” no vuela una mosca. Todos esperan que mi vecina continúe su monólogo… (Victor Jara entona aquello que “la vida es eterna en cinco minitos”. Cloty deja su copa en la mesa y concluye: “Lo que pasa es que mi marido está celoso porque hace dos meses que no voy al hotel, pero decidí regresar mañana y, ¡listo!, todo vuelve a ser como antes. De eso te quería hablar. Hace dos meses fuimos con la Rosy al “Lujuria” para recordar antiguos tiempos. Decidimos que si conocíamos a alguien me haría llamar Tina y ella Alicia. Conocí a un gringuito muy simpático y tierno que no habla una sola palabra en castellano. Se llama Anglo Sajón y se fue hoy…” “--Espera un poco –la interrumpo--, “!Nadie se llama anglosajón!”. --“!Tu no lo conoces y pretendes decirme como se llama!”. La Cloty tiene razón, al menos eso cree la barra. Le pido entonces que me explique como, si el gringuito no sabe una palabra en castellano, le dijo su nombre. Se produce un murmullo de aprobación, tengo a la barra de mi lado, incluidos a Ricardo Lagos, al Paco y al Augusto… “Muy simple, responde Cloty, alzando la voz, para asegurarse que todo el bar la escuche: “Puse un dedo en mi pecho, lo mire a los ojos y le dije: Yo la Tina y el gringuito hizo lo mismo, pero al revés, y me dijo: yo anglosajón. Luego, ¿como se llama el gringuito”?

Tenía razón la Cloty, nos contó “una historia divertidísima”. En el “Rue Morgue” todavía se están riendo de la Hillary Clinton…


(1) La situación completa fue así. Suena el timbre. Bajo la escala. Abro la puerta. El cretino dice: Usted no ha pagado la cuenta de la luz, tengo que cortársela. Respondo con solemnidad y ¿han oído hablar a Ricartes Soto?, bueno, con esa voz): “Usted está equivocado, tiene que cortársela al marido de mi vecina”. El tipo grita alborozado: ¡”Que buena”! Saca de su mochila un cuaderno y anota mi protesta. “En veinte años nadie me dio una respuesta tan notable: “!Córtele la luz al marido de mi vecina!. Ojalá todas mis víctimas fueran tan simpáticas. Voy a publicar mis Memorias como cortador de la luz y ya tengo el título perfecto para mi libro. Guarda el cuaderno en la mochila, saca una cámara y me pide: sonría por favor. Y yo sonrío.

1 Comments:

Blogger esteban lob said...

Muy buena historia, Jorge. Provoca sonrisas muy útiles, de madrugada. Son pasadas las 7 Hrs.
Leeré con calma tus otros nuevos post. Aprovecho de decirte que también he escrito uno nuevo en el mío, que trata del terremoto de 1958, el día de la elección presidencial.
Un abrazo.

2:19 AM  

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