ASCANIO CORTES, ENTRE DOS CHILENAS
La decana de mis clientes es una chilena que cumplió 98 años y que, sin embargo, todavía se ocupa personalmente de sus negocios. Bastaría este solo hecho para justificar un homenaje, que reservaré para la celebración de su centenario. Se trata de doña Carmen Morales Salinas, la viuda de Ascanio Cortés, el primer futbolista chileno que triunfó en Argentina, defendiendo, literalmente, los coleres de River Plate.
Solo conocí una persona que lo vio jugar y que lo recordó como uno de los mejores futbolistas chilenos de todos los tiempos: el periodista Raúl Hernán Leppé, quién vivió largo tiempo en Buenos Aires y que trabajo para “El Gráfico”. Esta impresión es la misma que recogí en distintas fuentes que, como siempre ocurre, se retroalimentan recíprocamente, hasta que se erigen en leyendas en el imaginario colectivo de los pueblos.
Porque de eso se trata, Ascanio Cortés es una leyenda de nuestro deporte. Nació en Chuquicamata en 1914, pero, al poco tiempo, su familia se trasladó a Tocopilla, donde se inició en el deporte. En el año 1934 debutó en el fútbol profesional, en Audax Italiano, y desde el año siguiente, integró los seleccionados nacionales, hasta 1942, En 1936 Audax obtiene el titulo de campeón y, en 1937, asume la capitanía de la Selección. En 1939 es transferido a River Plate, donde jugó dos temporadas, integrando 'La Maquina'', el mítico elenco que Esteban Lob se sabe de memoria. Cuando leí su conformación en un sitio de River Play, pude recordar sólo tres nombres t, en todo caso, como seleccionados argentinos: Pedernera, Labruna y Loustau. Al fallecimiento de Ascanio Cortés, en el año 1998, el estadio municipal de Tocopilla fue bautizado con su nombre.
La leyenda popular atribuye la paternidad de la jugada llamada “chilena” a Ascanio Cortés. Jugaba como zaguero derecho. En un partido la valla de River Plate estaba batida, el balón había sobrado al arquero adelantado y el arco quedó desguarnecido. El defensa chileno se cruzó y, sin otra alternativa, de frente a su propio arco, se lanzó al aire, devolviendo la pelota por sobre su propio cuerpo, evitando el gol inminente. La jugada habría impresionado por su belleza y finura a la hinchada y a los medios que, en su homenaje, la bautizaron como “chilena”.
Así es conocida en todos los países de habla española, salvo México y Perú.
1 Comments:
Lo que son las cosas, Jorge.
Yo estaba convencido que "la chilena" la inventó el chincolito Mayo, un compatriota que jugó también en Argentina por esos tiempos, pero en Vélez Sarsfield.
¡Anda tú a saber cual es la firme!
Saludos.
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