VOLAR COMO UNA MARIPOSA Y PICAR COMO UNA ABEJA
Muhammad Alí con Malcolm X
Teniendo como telón de fondo los Juegos Olímpicos de Beijing, en desarrollo, quiero recordar algunos pasajes trascendentes de la vida de Muhammad Alí, uno de los deportistas más notables del siglo XX. Su meteórica carrera en los cuadriláteros, que pude seguir casi íntegramente, como millones de personas en todo el mundo, a través de las pantallas de televisión, se inició en los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, al ganar la medalla de oro, en la categoría de pesos ligeros. Tras obtener dicho título ingresó al box profesional, bajo la conducción de Angelo Dundee. El 25 de febrero de 1964, se convirtió en el nuevo monarca de la categoría de pesos pesados, al vencer a Sony Liston, por abandono, al inicio del séptimo round. Ese mismo año se convirtió al Islam, ingresando a la “Nación del Islam”, una organización negra popularmente conocida como los Musulmanes Negros, liderada por Elijah Mohammad.
“La Nacióndel Islam” predicaba que la integración era un camino equivocado para los negros, quienes debían exigir su propio territorio, en los Estados Unidos, en tiempos que la segregación racial era uno de los problemas más graves para dicha nación. Uno de los seguidores más connotados de Elijah, era Malcolm X, con quién Alí había trabado amistad. Muhammad Ali tomó partido, en consecuencia, por el ala más radical, en la lucha por los derechos civiles del pueblo afro-americano. En 1967, Muhammad Alí se negó a incorporarse al ejército, alegando ser musulmán y manifestó su objeción de conciencia, en términos elocuentes: “¿Por qué me piden ponerme un uniforme e ir a 10.000 millas de casa y arrojar bombas y disparar a gente de piel oscura en Vietnam mientras los llamados Negros en Louisville son tratados como perros y se les niegan los derechos humanos más simples? No, no voy a ir a 10.000 millas y dar la cara para ayudar a asesinar y quemar a otra pobre nación simplemente para continuar la dominación de los esclavistas blancos”. Alí fue condenado, como desertor, a cinco años de prisión y a una cuantiosa multa. Por su parte, la federación de box, lo privó, por secretaría, de su título. En 1971, la Corte Suprema de los Estados Unidos revocó la condena y en 1974 recuperó el título de los pesos pesados al dejar fuera de combate al campeón, George Foreman, en Kinshasa, Zaire.
Teniendo como telón de fondo los Juegos Olímpicos de Beijing, en desarrollo, quiero recordar algunos pasajes trascendentes de la vida de Muhammad Alí, uno de los deportistas más notables del siglo XX. Su meteórica carrera en los cuadriláteros, que pude seguir casi íntegramente, como millones de personas en todo el mundo, a través de las pantallas de televisión, se inició en los Juegos Olímpicos de Roma, en 1960, al ganar la medalla de oro, en la categoría de pesos ligeros. Tras obtener dicho título ingresó al box profesional, bajo la conducción de Angelo Dundee. El 25 de febrero de 1964, se convirtió en el nuevo monarca de la categoría de pesos pesados, al vencer a Sony Liston, por abandono, al inicio del séptimo round. Ese mismo año se convirtió al Islam, ingresando a la “Nación del Islam”, una organización negra popularmente conocida como los Musulmanes Negros, liderada por Elijah Mohammad.
“La Nacióndel Islam” predicaba que la integración era un camino equivocado para los negros, quienes debían exigir su propio territorio, en los Estados Unidos, en tiempos que la segregación racial era uno de los problemas más graves para dicha nación. Uno de los seguidores más connotados de Elijah, era Malcolm X, con quién Alí había trabado amistad. Muhammad Ali tomó partido, en consecuencia, por el ala más radical, en la lucha por los derechos civiles del pueblo afro-americano. En 1967, Muhammad Alí se negó a incorporarse al ejército, alegando ser musulmán y manifestó su objeción de conciencia, en términos elocuentes: “¿Por qué me piden ponerme un uniforme e ir a 10.000 millas de casa y arrojar bombas y disparar a gente de piel oscura en Vietnam mientras los llamados Negros en Louisville son tratados como perros y se les niegan los derechos humanos más simples? No, no voy a ir a 10.000 millas y dar la cara para ayudar a asesinar y quemar a otra pobre nación simplemente para continuar la dominación de los esclavistas blancos”. Alí fue condenado, como desertor, a cinco años de prisión y a una cuantiosa multa. Por su parte, la federación de box, lo privó, por secretaría, de su título. En 1971, la Corte Suprema de los Estados Unidos revocó la condena y en 1974 recuperó el título de los pesos pesados al dejar fuera de combate al campeón, George Foreman, en Kinshasa, Zaire.
Alí fue el animador del espectáculo del box de su tiempo, con su histrionismo y carisma sin precedentes. Como atleta exhibió condiciones excepcionales, que pregonó urbi et orbi. Autoproclamándose como “el más grande”. Alí, con el sello que lo caracterizaba, definió su estilo diciendo “vuelo como una mariposa y pico como una abeja”.
Muhammad Alí fue, además y ante todo, un hombre comprometido con los derechos civiles su pueblo y solidario con los desposeídos del mundo. Se puede comprender o no sus creencias religiosas o políticas; incluso, ignorarlas del todo, pero algunos no necesitábamos que el transcurso del tiempo haga su trabajo, para comprenderlo y admirarlo.
Muhammad Alí fue, además y ante todo, un hombre comprometido con los derechos civiles su pueblo y solidario con los desposeídos del mundo. Se puede comprender o no sus creencias religiosas o políticas; incluso, ignorarlas del todo, pero algunos no necesitábamos que el transcurso del tiempo haga su trabajo, para comprenderlo y admirarlo.
2 Comments:
Muy bueno tu comentario acerca de el boxeador norteamericano negro Mohamed Ali. Personalmente, pasó un montón de tiempo antes de entender por que razón Cassius Clay había cambiado su nombre a Mohamed Ali, dos nombres extraordinariamente simbólicos en el mundo musulmán. Como detalle, cuando Mahoma fallece en 632 (según el calendario cristiano) no deja descendencia
directa y lo reemplaza Abu Bekir el cual es nombrado califa por la comunidad islámica. En el 656 , Ali ibn Abu Talib, hijo adoptivo de Mahoma (debe haber tenido unos cuantos de estos) es nombrado califa, siendo el cuarto en orden desde Mahoma. Pero ya en 660 Ali es asesinado y su rival Muawiya es nombrado Califa y el califato es trsladado de Medina a Damasco instalando el califato de los Omeya. Posteriormente, los Omeya llevaron el califato a la península ibérica, donde Abdehrraman III, se declaró califa del Andalus, este dura hasta 1031.
Saludos, Oscar
Es triste que el mal de Parkinson esté pulverizando, de a poco, a quién en los cuadriláteros era casi imbatible.
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