(2008-2084)
"El Grito", de Edvard Munch
“Paseaba por un sendero con dos amigos - el sol se puso - de repente el cielo se tiñó de rojo sangre, me detuve y me apoyé en una valla muerto de cansancio - sangre y lenguas de fuego acechaban sobre el azul oscuro del fiordo y de la ciudad - mis amigos continuaron y yo me quedé quieto, temblando de ansiedad, sentí un grito infinito que atravesaba la naturaleza”
Edvard Munch.
Edvard Munch.
Habitualmente cuando mencionamos una persona fallecida, George Orwell, por ejemplo, ponemos a continuación, entre paréntesis, el año de su nacimiento y el de su defunción. Si bien las cifras del título de este post se refieren, efectivamente, a años, no estoy pensando en lo imposible, sino en otra cosa, que intentaré explicar.
La llegada de un nuevo año no deja indiferente a nadie y nos encontrará deseándonos felicidades recíprocas. La referencia al año 2084 es arbitraria; la idea es sumar un siglo a “1984”, que es el título de la popular novela de George Orwell (1903-1950), escrita en 1949, esto es, un año antes de su muerte y a 35, de su llegada. La novela describe una sociedad totalitaria, en el que una dictadura interfiere en la vida privada de los ciudadanos en términos que es imposible escapar a su control. La sociedad que describe puede ser la comunista, que, evidentemente, tuvo en mente, pero también presenta analogías con la actual, en la que el control a los ciudadanos, coercitivo o no, se halla más perfeccionado que en ningún otro momento de la historia de la humanidad.
El totalitarismo no es hoy el problema central de la humanidad. En febrero de 2007, en Paris, se dieron a conocer las conclusiones de los científicos contenidas en el cuarto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos, GIEC, que contienen las evidencias científicas del calentamiento global. El informe anterior fue dado a conocer el 2001. Recientemente, la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático que se celebró en la isla de Bali alcanzó un acuerdo final, después de que Estados Unidos cediera a las presiones internacionales. Dicho consenso abrió el camino para negociar un nuevo pacto sobre cambio climático más ambicioso que sustituya al Protocolo de Kioto a partir del 2012.
El calentamiento global del planeta es producto del efecto invernadero y éste, de la acción humana y en conjunto, una amenaza para la vida de todos los seres que lo habitan. Las manifestaciones del cambio climático son cada vez más evidentes y el hombre común los percibe en el aumento de la temperatura, en el derretimiento de los casquetes polares y glaciares, en el aumento del nivel del mar y sus efectos colaterales se multiplican y los vemos a diario en los noticieros de TV.
Este es el mundo que los individuos de nuestra generación estamos entregando a nuestros hijos y nietos. Cumpliré 79 años, en 2018. ¿Cómo será el mundo entonces? Pero veamos que tan trágico es esto de nuestra herencia. Mi nieto Martín Vidaurre Bravo tiene dos años y tendrá 79 años el 2084. ¿Cómo será el mundo entonces? Los efectos del calentamiento global es pues, una amenaza real y actual a nuestras familias que no deberíamos seguir ignorando..
Nigel Calder publicó en 1965 el libro “El mundo en 1984”, cuya versión en español fue editada en 1967 por Editorial Siglo XXI. En el recogió la opinión de centenares de especialistas, de todas las áreas del conocimiento, que procuraron anticiparse a la evolución de la humanidad. Busqué alguna referencia al calentamiento global del planeta y no encontré nada. La circunstancia que Calder sea hoy el más connotado de los críticos de la teoría del calentamiento global, no dice relación con dicha omisión: los hechos se precipitaron sobre nosotros, en un abrir y cerrar de ojos.
Así y todo, termina un año y empieza otro y vámosnos abrazándonos y deseándonos felicidades y prosperidad. Y eso es precisamente lo que haré. Hablando en serio, deseo a todos mis lectores y a sus familias un muy feliz año nuevo. Dicho lo cuál, me sumergiré en mi inconciente anonimato. Después de tod, no puedo hacer nada. ¿O si?
La llegada de un nuevo año no deja indiferente a nadie y nos encontrará deseándonos felicidades recíprocas. La referencia al año 2084 es arbitraria; la idea es sumar un siglo a “1984”, que es el título de la popular novela de George Orwell (1903-1950), escrita en 1949, esto es, un año antes de su muerte y a 35, de su llegada. La novela describe una sociedad totalitaria, en el que una dictadura interfiere en la vida privada de los ciudadanos en términos que es imposible escapar a su control. La sociedad que describe puede ser la comunista, que, evidentemente, tuvo en mente, pero también presenta analogías con la actual, en la que el control a los ciudadanos, coercitivo o no, se halla más perfeccionado que en ningún otro momento de la historia de la humanidad.
El totalitarismo no es hoy el problema central de la humanidad. En febrero de 2007, en Paris, se dieron a conocer las conclusiones de los científicos contenidas en el cuarto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambios Climáticos, GIEC, que contienen las evidencias científicas del calentamiento global. El informe anterior fue dado a conocer el 2001. Recientemente, la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático que se celebró en la isla de Bali alcanzó un acuerdo final, después de que Estados Unidos cediera a las presiones internacionales. Dicho consenso abrió el camino para negociar un nuevo pacto sobre cambio climático más ambicioso que sustituya al Protocolo de Kioto a partir del 2012.
El calentamiento global del planeta es producto del efecto invernadero y éste, de la acción humana y en conjunto, una amenaza para la vida de todos los seres que lo habitan. Las manifestaciones del cambio climático son cada vez más evidentes y el hombre común los percibe en el aumento de la temperatura, en el derretimiento de los casquetes polares y glaciares, en el aumento del nivel del mar y sus efectos colaterales se multiplican y los vemos a diario en los noticieros de TV.
Este es el mundo que los individuos de nuestra generación estamos entregando a nuestros hijos y nietos. Cumpliré 79 años, en 2018. ¿Cómo será el mundo entonces? Pero veamos que tan trágico es esto de nuestra herencia. Mi nieto Martín Vidaurre Bravo tiene dos años y tendrá 79 años el 2084. ¿Cómo será el mundo entonces? Los efectos del calentamiento global es pues, una amenaza real y actual a nuestras familias que no deberíamos seguir ignorando..
Nigel Calder publicó en 1965 el libro “El mundo en 1984”, cuya versión en español fue editada en 1967 por Editorial Siglo XXI. En el recogió la opinión de centenares de especialistas, de todas las áreas del conocimiento, que procuraron anticiparse a la evolución de la humanidad. Busqué alguna referencia al calentamiento global del planeta y no encontré nada. La circunstancia que Calder sea hoy el más connotado de los críticos de la teoría del calentamiento global, no dice relación con dicha omisión: los hechos se precipitaron sobre nosotros, en un abrir y cerrar de ojos.
Así y todo, termina un año y empieza otro y vámosnos abrazándonos y deseándonos felicidades y prosperidad. Y eso es precisamente lo que haré. Hablando en serio, deseo a todos mis lectores y a sus familias un muy feliz año nuevo. Dicho lo cuál, me sumergiré en mi inconciente anonimato. Después de tod, no puedo hacer nada. ¿O si?
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