QUELTEHUES AL DESALOJO
A mediados del mes de agosto, estuvimos con mi esposa, en Pucón, visitando a nuestra hija María Cristina y su familia. Uno de los paseos que hicimos fue visitar la parcela que acaban de comprar, en Villarrica, camino a Pucón, uno de los más hermosos de la zona. El predio tiene una vista privilegiada al lago y al volcán Villarrica. Estábamos terminando la visita, dentro de la parcela, al lado del camino, cuando advertí que unos pájaros comenzaron a volar muy cerca nuestro, en círculos, que cada vez, me parecían más próximos y amenazantes, al tiempo que emitían gritos metálicos, con mucha fuerza. Sin darnos cuenta, manteniendo la conversación, fuimos saliendo del predio, hasta que no pude contenerme y comenté a mis acompañantes que los pájaros nos había, literalmente, desalojado de la parcela. Uno de miss déficit que más lamento, que debo atribuir a mi condición urbana, es mi precario conocimiento de los nombres de los pájaros y de los árboles. Son muy pocos los que puedo identificar. La escena vivida, guardando obviamente las proporciones, el film de Alfred Hichcock, “Los pájaros”.
Más tarde, comenté lo sucedido a un amigo de la zona, que, rápidamente, me explicó lo sucedido. Los pájaros eran queltehues. Ponen sus huevos en el césped y, seguramente, ustedes estaban cerca del nido. Cuando esto acontece, los queltehues se ponen en guardia, para proteger sus huevos y, eso es todo.
Cuando regresé a Santiago busque en Internet información sobre estos pájaros y confirmé la información de mi amigo. Son muy comunes en el territorio chileno, habitan los campos y terrenos húmedos, aunque también se le puede encontrar en ciudades: en prados, parques y jardines abiertos. “Perfecto centinela de día y de noche, está siempre muy atento a cualquier asomo de peligro, lanzando de inmediato un grito metálico estridente que alerta no solo a otros de su especie, sino a todo el entorno”
Pablo Neruda le dedicó al queltehue este poema, que pertenece a “Arte de Pájaros”, que, en su época, musicalizó Angel Parra, padre.
QUELTEHUE
Voló el queltehue centelleando
de nieve blanca y nieve negra
y abrió su traje a plena luz,
a plena plata matutina:
era costoso el abanico
de sus dos alas nupciales:
era rico el cuerpo adornado
por la mañana y el plumaje.
Sobre las piedras de Isla Negra
relucía el lujo silvestre
del pájaro de terciopelo
y yo pensaba - dónde va?
A qué celeste recepción?
A qué bodas de agua con oro?
A qué salón de pura púrpura,
entre columnas de jacinto,
donde con él puedan entrar
sólo las nubes bien vestidas?
En fin, dije, tal vez irá
a coronar la cabellera
de la náyade del Genil
amiga de Pedro Espinosa.
No hizo tal cosa el agorero:
voló y planeó para bajar
en un trigal desmoronado,
entre terrones de rastrojo
y desde allí lanzó su idioma
su tero tero lancinante,
mientras picaba, picoteaba
y devoraba sin pasión
un simple gusano terrestre.
3 Comments:
Hermano:
Estuve tratando de averiguar que significa queltehue, pues obviamente es un nombre mapuche, y sólo obtuve esto. La palabra en mapuche es keltrewe. Dependiendo de la zona, en Chile, cambia de nombre, pasando de queltehue a tero y de ahí a tregle, yendo hacia el sur.
El nombre que le da más esplendor es, sin embargo, el alemán: bronzekiebitz, cuyo sonoridad y elegancia puede haber inspirado a Pablo Neruda en la primera parte, harto grandilocuente, del poéma que transcribiste. Al final del poéma, parece que el mismo Neruda se dió cuenta de que se había volado un poco y pasó del ave de vuelo centelleante a un tero más terreno, y lo imaginó sirviéndose un gusano en el pasto.
Salud, Oscar
No puedes ir al sur a interrumpir la tranquilidad de los queltehues ni menos a pisarle sus huevos.
Si yo fuese queltehue, esto no habría quedado ahí nomás.
Saludos.
Estimadísimo Esteban, !ya sabía que te inclinarías por la teoría del desalojo, aunque sea a picotazos de queltehues!
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