Tuesday, February 10, 2009

VOLVER A LOS '60



Me gustaría reinventar este blog y destinarlo a recordar la década de los 60, y ver en que medida se hicieron realidad o se esfumaron los sueños de buena parte de la juventud del planeta. De hacerlo, me tomaré la licencia de fijar el 1 de enero de 1959, con la revolución cubana, como inicio, y, como fecha de término, el 11 de septiembre de 1973, con el golpe militar que depuso el régimen constitucional del Presidente Salvador Allende.

Este periodo fue apasionante, al menos para mi y lo viví comprometido, tomando partido.

Se desarrolló en medio de la llamada “guerra fría”, que comenzó al término de la segunda guerra mundial, enfrentando a los aliados, el mundo capitalista de Occidente, liderado por Estados Unidos y los nuevos y antiguos regímenes comunistas, encabezados por la Unión Soviética. Estos bloques, que, previamente, se habían repartido el mundo, sostuvieron una dura disputa, cuyo punto culminante fue la crisis de los misiles nucleares soviéticos instalados en la isla de Cuba, que tuvo al mundo al borde de la guerra nuclear, entre el 22 y el 28 de octubre de 1962. La guerra se evitó gracias a un acuerdo confidencial por el cuál el Presidente norteamericano se comprometió a no atacar a Cuba y el jefe de estado soviético Nikita Kruschev a desmantelar las bases de misiles. John F. Kennedy había asumido su cargo en enero de 1961. El general Eisenhower, su antecesor, rompió relaciones con Cuba, quince días antes del traspaso del mando. El 17 de abril de 1961, desembarcó en Bahía Cochinos un contingente de 1400 cubanos anticastristas, armados, adiestrados y financiados por la CIA, en secreto. La invasión fue un completo fracaso, no logró ninguno de sus objetivos y no hizo sino consolidar el apoyo popular a Fidel Castro e incrementó su popularidad en todo el mundo.

El asesinato de John Kennedy, en Dallas, el 22 de noviembre de 1963 sorprendió al mundo. Las imagines en las que el mandatario recibe el impacto, mientras transitaba en coche descubierto junto a su esposa, fueron exhibidas reiteradamente por la televisión mundial y causaron un hondo pesar. El 14 de octubre de 1964, Niñita Krusschev fue despojado de sus cargos en el gobierno y en el partido, acusado, entre otros cargos, de graves errores políticos y de culto a la personalidad. En el año 1956, Kruschev, en su informe al XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, denuncio los crímenes cometidos por Stalin, entre ellos, precisamente, el culto a la personalidad.

Como una secuela de la guerra fría, pero trascendental para la especie humana, durante los años 60, el mundo asistió con estupor a una carrera espacial, en que competían norteamericanos y soviéticos, con sus respectivas apuestas tecnológicas. El día 22 de julio de 1969, después de un viaje de cuatro días, a bordo de la Apolo XI, el norteamericano Neil Armstrongm se transformó en el primer hombre en pisar la luna: “Es un pequeño paso para el Hombre, pero un gran paso para la Humanidad”. Millones de espectadores en todas partes, vimos por televisión, en directo, ese episodio estelar de la historia de la humanidad. Antes, el 12 de abril de 1961, un cosmonauta ruso, de 27 años, Yury Gagarin, tripulando la Bostok I, se convirtió en el primer hombre que orbitó la tierra. Gagarin falleció el 27 de marzo de 1968, cuando el MJG-15 que pilotaba, en un vuelo de rutina, se estrelló cerca de Moscú.

La exploración del cosmos prosigue hoy, sin el dramatismo de entonces, en cooperación internacional, en medio de la indiferencia de los habitantes del planeta, más interesados en su preservación, que de la conquista del espacio.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Jorge

Buena tu síntesis. Me encantó lo del progreso actual de la aventura espacial que prosigue ante la indiferencia de todo el mundo, incluso de la llamada "comunidad internacional" o "opinión mundial" que suele representar las opiniones de la AP, Reuter, TT y otras agencias internacionales.

Parodeando a una escena medio cómica de la película "The Graduate" en que un veterano le sopla al oído de Dustin Hoffman una palabra clave para explicar el decurso del mundo (la palabra era plástico) yo la cambiaría por petróleo para explicar tantas cosas ocurridas en el período que tu eliges y, por supuesto, después también.

Un saludo

Oscar

3:25 AM  

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