Wednesday, February 25, 2009

LA ITACA DE CONSTANTINO KAVAFIS



El poeta griego Constantino Kavafis es el autor de “Itaca”, este magnífico poema que transcribo a continuación. Es el primero de una serie de textos musicalizados por destacados cantautores. Este poema fue convertido en canción, con el nombre de “Viatge a Itaca” por el catalán Lluis Llach y se puede disfrutar en YouTube.


ITACA

Constantino Kavafis
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguardar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
De: Constantino Cavafis. Antología poética. Alianza Editorial, Madrid 1999.

Thursday, February 19, 2009

CONTAR CANTANDO, CANTAR CONTANDO



I
¿Recuerdan los primeros versos de Martín Fierro?

“Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que al hombre que lo desvela
una pena estraordinaria
como la ave solitaria
con el cantar se consuela.(1)

II
¿Y estos de “Manifiesto”, de Victor Jara?:

“ Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz
canto porque la guitarra
tiene sentido y razon.”

III
Estos son los primeros versos de “Canto a mi mismo”, de Walt Whitman:

“Me celebro y me canto a mi mismo.
Y lo que me apropio habrás de apropiarte,
Porque cada átomo que me pertenece
tambiénte pertenece”.

IV
¡Ah!, nadie puede olvidar los ultimos versos de “Gracias a la vida·, de Violeta Parra.

Gracias a la vida
que me ha dado tanto
me ha dado la risa
y me ha dado el llanto
con ellos distingo
lucha de quebranto
los dos materiales
que forman mi canto
y el canto de ustedes
que es el mismo canto
y el canto de todos
es mi propio canto
Gracias a la vida”.

Nada nuevo bajo el sol. Con todo, no tengo otros textos que agregar a esta selección de fragmentos de poemas y canciones entrañables.

(1) Tengo traspapelado mi “Martín Fierro”, pero los versos están reproducidos tal como los registró mi memoria. Temiendo cometer un grueso error de ortografía, consulté en Internet y aunque hay versiones que le enmiendan la plana al gaucho, apuesto que la versión correcta es la citada.”


Sunday, February 15, 2009

GENTE COMO UNO



Si alguien me dice que fulano “es gente como uno”, al mismo tiempo, tácitamente, dice que “es como debe ser” y que hay gente que es distinta. Aquí hay indicios de discriminación. Más aún, la palabra singular “uno”, deviene en otra plural, “nosotros”, puesto que ese es el sentido natural y obvio de la frase. De este modo, por un acto de magia verbal, paso a “ser como ellos”, “como debo ser”. A 150 años de la Teoría de la Evolución, todavía hay gente que se cree superior. Fuera de nuestro planeta, a millones de años-luz, no hay nadie como nosotros.

Tuesday, February 10, 2009

VOLVER A LOS '60



Me gustaría reinventar este blog y destinarlo a recordar la década de los 60, y ver en que medida se hicieron realidad o se esfumaron los sueños de buena parte de la juventud del planeta. De hacerlo, me tomaré la licencia de fijar el 1 de enero de 1959, con la revolución cubana, como inicio, y, como fecha de término, el 11 de septiembre de 1973, con el golpe militar que depuso el régimen constitucional del Presidente Salvador Allende.

Este periodo fue apasionante, al menos para mi y lo viví comprometido, tomando partido.

Se desarrolló en medio de la llamada “guerra fría”, que comenzó al término de la segunda guerra mundial, enfrentando a los aliados, el mundo capitalista de Occidente, liderado por Estados Unidos y los nuevos y antiguos regímenes comunistas, encabezados por la Unión Soviética. Estos bloques, que, previamente, se habían repartido el mundo, sostuvieron una dura disputa, cuyo punto culminante fue la crisis de los misiles nucleares soviéticos instalados en la isla de Cuba, que tuvo al mundo al borde de la guerra nuclear, entre el 22 y el 28 de octubre de 1962. La guerra se evitó gracias a un acuerdo confidencial por el cuál el Presidente norteamericano se comprometió a no atacar a Cuba y el jefe de estado soviético Nikita Kruschev a desmantelar las bases de misiles. John F. Kennedy había asumido su cargo en enero de 1961. El general Eisenhower, su antecesor, rompió relaciones con Cuba, quince días antes del traspaso del mando. El 17 de abril de 1961, desembarcó en Bahía Cochinos un contingente de 1400 cubanos anticastristas, armados, adiestrados y financiados por la CIA, en secreto. La invasión fue un completo fracaso, no logró ninguno de sus objetivos y no hizo sino consolidar el apoyo popular a Fidel Castro e incrementó su popularidad en todo el mundo.

El asesinato de John Kennedy, en Dallas, el 22 de noviembre de 1963 sorprendió al mundo. Las imagines en las que el mandatario recibe el impacto, mientras transitaba en coche descubierto junto a su esposa, fueron exhibidas reiteradamente por la televisión mundial y causaron un hondo pesar. El 14 de octubre de 1964, Niñita Krusschev fue despojado de sus cargos en el gobierno y en el partido, acusado, entre otros cargos, de graves errores políticos y de culto a la personalidad. En el año 1956, Kruschev, en su informe al XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, denuncio los crímenes cometidos por Stalin, entre ellos, precisamente, el culto a la personalidad.

Como una secuela de la guerra fría, pero trascendental para la especie humana, durante los años 60, el mundo asistió con estupor a una carrera espacial, en que competían norteamericanos y soviéticos, con sus respectivas apuestas tecnológicas. El día 22 de julio de 1969, después de un viaje de cuatro días, a bordo de la Apolo XI, el norteamericano Neil Armstrongm se transformó en el primer hombre en pisar la luna: “Es un pequeño paso para el Hombre, pero un gran paso para la Humanidad”. Millones de espectadores en todas partes, vimos por televisión, en directo, ese episodio estelar de la historia de la humanidad. Antes, el 12 de abril de 1961, un cosmonauta ruso, de 27 años, Yury Gagarin, tripulando la Bostok I, se convirtió en el primer hombre que orbitó la tierra. Gagarin falleció el 27 de marzo de 1968, cuando el MJG-15 que pilotaba, en un vuelo de rutina, se estrelló cerca de Moscú.

La exploración del cosmos prosigue hoy, sin el dramatismo de entonces, en cooperación internacional, en medio de la indiferencia de los habitantes del planeta, más interesados en su preservación, que de la conquista del espacio.

Thursday, February 05, 2009

ULTIMO VIAJE



Comencé este último viaje ya anciano, cuando llegué al punto en que sólo es posible el retorno; en el que destino y memoria se confunden en un instante. No tuve la opción de decidirlo, se me hizo evidente cuando ya había iniciado una vuelta a la nostalgia. Este tren va al sur, al pueblo donde nací, donde viví y fui feliz. Repito esa palabra estremeciéndome, como si se tratare de un conocimiento recobrado. El tren se desplaza sin urgencia. Aquí el tiempo no avanza, se recoge sobre sí mismo. Ya no hay un presente ni un futuro, sólo lo vivido.

Rejuvenezco cada segundo. Cuando el tren entre a la estación, me estarán esperando mis padres, mis hermanos y los perros. Nos reconoceremos de inmediato; besos, abrazos, bromas (las de siempre), llantos, risas… Subiremos al coche paterno y volveremos a la vieja casa, la recorreré como el niño de entonces, entraré a cada habitación y treparé a cada árbol; en la calle y en la escuela volveré a jugar con mis amigos, tal como lo hice ayer. Desde todos los puntos cardinales, hombres, mujeres, ancianos, jóvenes, niños, volvemos a este formidable momento; todo será como fue, pero sólo por un instante.
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