Friday, March 30, 2007

GONZALO MILLAN: "APOCALIPSIS DOMESTICO"

Gonzalo Millan,(1947-2006), es uno de los más destacados poetas chilenos de la “Generación de los 60”. A los 21 años publicó en Concepción “Relaciones Personales”(1968), luego, durante su exilio en Québec, Canadá, “La ciudad” 1979). Otras publicaciones: “Vida”, (1984), “5 poemas eróticos” (1990), “13 lunas”, 1997. A propósito de su obra un crítico habla de “distopía”, esto es de utopía negativa, y de “apocalipsis”. Este último término esta presente en el título del poema que publicamos en esta edición. “Apocalipsis doméstico”.

"APOCALIPSIS DOMÉSTICO"

Las sábanas regaladas para la boda
se gastaron y tienen agujeros.
Se quebraron los platos
en escaramuzas domésticas.
Las tazas están saltadas y sin asas.
Se perdieron tenedores y oxidaron
los cuchillos del servicio inoxidable.
La juguera está descompuesta.
Y empeñada la sortija de diamantes.
(En el tablero del calendario
están todos los días tarjados.
Al reloj se le acabó la cuerda.
Se acabaron el té, el café,
el pan, la mantequilla.
Quedan sólo unas gotas de aceite.
Vacíos cascarones, de los huevos.
En el refrigerador hay solamente
una mitad de cebolla estreñida
y una mamadera con leche agria.
Una laucha oculta en su cueva
roe los restos de un terrón de azúcar.
La estufa se apagó anoche
después de consumir su combustible.
Cortaron el teléfono
y pronto cortarán la luz.
Quedan tres o cuatro ampolletas
indemnes en toda la casa.
Las velas se convirtieron en cabos
Se terminó el papel higiénico
y el excusado está tapado
con pedazos de papel de diario.
Se desvanecerá el jabón
en la próxima lavada de manos.
La peineta perdió otro diente.
La trizadura del espejo es otra arruga.
No queda ropa limpia.
Hay pañales sucios en la tina.
Se le cayó el último botón
que le quedaba a la camisa.
En la superficie de la mesa,
impresiones de pequeñas manos,
baberos, platos sucios
con migajas y raspas de pescado.
Vasos con secas borras moradas.
En la frutera vacía,
dormita ovillando el gato.
El auto viejo estacionado afuera
no arranca desde hace meses o años.
Inmóvil descansa con sus ejes,
sobre pilas de piedras y ladrillos.
Le robaron los neumáticos, los focos/
y cada día lo despojan de nuevas piezas
como un gran insecto muerto
que devoran invisibles hormigas.
El jardín está exuberante, lozano.
Invadido de malezas que asfixian las plantas.
La manguera serpeante es invisible.
Se escapó de su jaula el canario.
Y el pez de color se ahogó
y quedó flotando panza arriba
en el agua turbia de su redoma.
El perro royó su soga
y se marchó a la siga de una perra.
El lechero ya no trae leche a casa,
ni el suplementero reparte periódicos.
El cartero trae sólo cuentas impagas.
Sobres con ventana que nadie abre.
Los acreedores golpean largamente,
pero nadie abre, nadie responde.
El basurero pasa dos veces por semana,
pero lo hace demasiado temprano.
En el patio los tarros desbordantes hieden.
El televisor encendido sin sonido
arroja movedizas sombras
sobre el suelo encalcado
por el yeso que llueve desde el cielorraso.
Un niño en un corral de palo,
entre juguetes rotos
se desgañita llorando,
hambriento y mojado,
la húmeda boca abierta,
los ojos vidriosos de lágrimas,
mirando
cómo la bestia de las dos espaldas
gruñendo convulsa se revuelca
intentando devorarse a sí misma.

Sunday, March 25, 2007

LA TRISTE HISTORIA DEL OSITO KNUT



Si usted ama los animales lea esto: La ciudad de Berlin, la misma que luce un oso en su escudo de armas y que estuvo dividida por un muro alambrado durante décadas de guerra fría, se ha visto amenazada ahora por otro conflicto. O bien cae toda la ciudad en las garras tiernas de un osito recien nacido llamado Knut o, en su efecto, cae el osito Knut víctima de expertos que opinan que lo mejor sería eliminarlo, si, tal como leen, lo mejor sería quitarle la vida, para que no se humanice y sufra demasiado en el futuro!

Al lector le ofrezco la siguiente definición de esto de “que se humanice”. Significa que el osito, que apenas tiene unos pocos días puede llegar a acostumbrarse más de la cuenta a su cuidador pues, abandonado por su madre que para colmo de males era una osa de la farándula, una bohemía, que trabajaba en un circo y, muerto su hermano, este osito polar ha quedado en las manos ambiciosas y profesionales de un cuidador del zoológico, al cual llamaremos Peter, a secas, para ahorrar teclado, el que le alarga la botella de leche al oso, a cada rato, sea de día o de noche.

La madre osa lleva el nombre de una opera de Giacomo Puccini, estrenada en Roma a principios del 1900. Se llama Tosca. Entre las canciones más que han tenido mayor difusión de esta opera, de lo cual se han encargado los tres tenores (Plácido Domingo, José Carreras y Pavarotti) yo haría mención a “E lucevan le stelle” y también a “Recondita armonia”.

Tosca, y ahora me refiero a la osa madre, no a la famosa cantante Floria Tosca de la opera, otra bohemia, obviamente que no se ha enterado que su acto de no querer amamantar ni cuidar a su osito ha creado este debate. El oso chico crece, juega a la pelota y con su inocencia despierta toda clase de sentimientos tiernos en el público alemán. Algunos intrépidos, que nunca faltan, han planteado la necesidad de darle el bajo, convertirlo en ex oso, no vaya a ser cosa que sufra, en un futuro…cuando tenga que separarse de su cuidador.

La gerencia del zoológico ha manifestado su intención de mantener a Knut vivo y con el botellón de leche a la mano, mientras sea necesario. La esperanza es que con el tiempo –quizás ya este fin de semana- vengan las salidas a la intémperie, las mojadas en la laguna y el pescado, alimento favorito de todo oso polar.

Naturalmente mientras la leche engorda al osito y el debate promociona a la empresa-zoológico, que recibe publicidad gratuita –fotos de Knut sale a cada rato en los diarios y en la televisión – muchos berlineses se aprestan para visitar de nuevo el zoológico, lugar dónde todos nos sentimos niños otra vez, si hemos dejado ya de serlo.

Por mi parte aprovecho de promocionar una de mis principios de vida, en parte un plagio del Principio de Inercia que forma parte de las leyes de Newton para la cinemática: “Todo ser viviente en este instante de tiempo (T) seguirá estando vivo, en lo que a mi respecta y concierne, en el tiempo siguiente, (T + dT).”

En un acto de honradez intelectual (que a mi mismo me sorprende) doy cuenta también del argumento de la otra parte. Dice así: “En ciertas circunstancias, es humano quitar la vida a seres inferiores, a animales por ejemplo, si de esta manera se les ahorra futuros sufrimientos aún mayores.”

Mi contra-argumento es que nunca puedo estar seguro que dichas “ciertas circunstancias” se presentaron ya, ni tampoco de que puedo garantizar a la víctima el “ahorro de futuros sufrimientos”.

Esta discusión no es pura retórica. En la historia se han usado argumentos parientes de los antes mencionados en el nombre de la eterna salvación y del desarrollo. Ultimamente, en el de la democracia y de la libertad.

Y volviendo a los mamíferos, abandonados o no por sus madres. Si una especie crece - típicamente se trata de lobos, nunca oí que se mencionara a los canarios en este contexto- hay de inmediato que regular su crecimiento, de lo contrario sufrirán en el invierno de la falta de alimentos. Este es un argumento serio, se usa todos los años en informes burocráticos escandinavos para justificar la aprobación de la caza de un número determinado de lobos o de linces en países como Suecia o Noruega, dónde hay algo así cómo 1500-2000 km cuadrados por lobo o lince vivo.

Oscar Bravo Tesseo, Estocolmo, 21 Marzo del 2007.

Saturday, March 17, 2007

APUNTES DE UN AGNOSTICO





"El hombre es la medida de todas las cosas,
de las que son en cuanto que son
y de las que no son en cuanto que no son"
Protágoras


Sin contar con “La Biblia”, que siempre tuve a la mano, los dos primeros libros que leí sobre el cristianismo, antes de mi ingreso a la Universidad, me los prestó mi amigo Patricio Morla. Uno de ellos escrito por el médico socialista de Concepción Ariel Ulloa, destacaba el carácter popular y revolucionario del cristianismo primitivo. El otro, probablemente el más polémico publicado sobre el tema, “La Locura de Jesús”, cuyo autor, el psiquiatra francés Binet-Sanglé sostiene la tesis que Jesús padecía padecía9 una enfermedad mental frecuente entre los judíos en aquella época, una especie de paranoia teomegalómena. Estos libros no me produjeron impacto alguno y no compré ninguna de dichas tesis.

Por esa misma época un vecino me regaló un lote de libros antiguos, en muy mal estado, Los había heredado de un familiar y estimó que podrían interesarme, ya que conocía mi afición por la lectura. Entre ello había tres gruesos volúmenes en estado calamitoso: Historia de Grecia, de Víctor Duruy y “La Historia del Pueblo de Israel” y “Historia de los Orígenes O 0bra en dos tomos, cuya primera parte está constituida por la célebre “Vida de Jesús”, del historiador y filósofo francés Ernesto Renán (1823-1892), que causó en su época una intensa polémica: Se trata de libros extraordinariamente valiosos, que reparé, conservo y que leí con avidez y entusiasmo.

Si me remito a las religiones que conozco, judaísmo, cristianismo, islamismo, el primer contacto entre Dios y el hombre, sin considerar la expulsión del Paraíso de Adán y Eva, se habría producido durante la vida de Abraham, patriarca hebreo, reconocido como tal por las tres religiones, quién habría nacido en la ciudad de Ur, actualmente territorio de Irak, 2.000 años antes de Cristo. Existe consenso entre los especialistas en el hecho que el Antiguo Testamento, como lo resume Eric Fromm, en “Seréis como Dioses”, “es un libro abigarrado, escrito, editado, compilado y recompilado por muchos en el curso de milenios...” Hoy se conoce que la Biblia fue escrita entre los años 1200 a C, que corresponde a la época en que los judíos se establecieron en Canaan, después del éxodo, y el año 200 a C., esto es, durante once siglos. También existe consenso en que los primeros cinco libros de la Biblia ya estaban consolidados alrededor del año 900 a C.

¿Porqué yo, un hombre del siglo XXI, habría de creer en el Dios de un pueblo primitivo, que hace 4.000 años estaba conformado por pastores y labriegos?

Con el cristianismo me sucede otro tanto. El historiador católico Jaime Eyzaguirre fue mi profesor del curso de “Historia del Derecho”. En sus clases, hablando de las fuentes del cristianismo, puso especial énfasis en el testimonio de Flavio Josefo, la única de origen “pagana”, quién vivió entre los años 37 y 94. Es autor de cuatro libros: “La Guerra de los Judíos”, “Antigüedades Judaicas”, “Contra Apión” y “Autografía”. Es del caso que este historiador privilegiado de Israel, contemporáneo de los primeros cristianos, autor de una extensa obra sobre su pueblo, que se encuentra en cualquiera librería, solo se refiere al cristianismo en sólo dos párrafos, que gracias al interés de los católicos cualquiera puede encontrar en numerosos sitios en internet. El más importante es el siguiente:

“Por ese tiempo apareció Jesús, un hombre sabio (si es que es correcto llamarlo hombre, ya que fue un hacedor de milagros impactantes, un maestro para los hombres que reciben la verdad con gozo), y atrajo hacia El a muchos judíos (muchos griegos además. Era el Cristo. Y cuando Pilatos, frente a la denuncia de aquellos que son los principales entre nosotros, lo había condenado a la cruz, aquellos que lo habían amado primero no abandonaron (ya que se les apareció vivo nuevamente al tercer día habiendo predicho esto y otras tantas maravillas sobre El los santos profetas). La tribu de los cristianos llamados así por El no han cesado hasta este día”

Este texto tomado de “Antigüedades Judaicas”, fue escrito sólo un año antes del fallecimiento del autor. Los textos entre paréntesis, corresponden, según la mayoría de los exegetas, a interpolaciones efectuadas con posterioridad a la muerte de Flavio Josefo. Algunos sostienen que todo el texto es una falsificación.

Karl Kautsky, autor de “Orígenes y Fundamentos del Cristianismo” cita al historiador inglés Gibbon, quién escribió su “Historia de de la Decadencia y Caída del Imperio Romano”, entre los años 1774 y 1788. Gibbon se refiere a la virtual inexistencia de fuentes paganas en el siguiente párrafo:

“¿Pero cómo excusaremos la supina inadvertencia del mundo pagano y filosófico para aquellas evidencias que fueron presentadas por la mano del Omnipotente, no a sus razones, sino a sus sentidos? Durante la época de Cristo, de sus apóstoles y de sus primeros discípulos la doctrina que predicaban se confirmaba por innumerables prodigios. El cojo andaba, el ciego veía, el enfermo era curado, los demonios expulsados, las leyes de la Naturaleza eran suspendidas frecuentemente para beneficio de la Iglesia. Pero los sabios de Grecia y Roma volvían la espalda al imponente espectáculo y, prosiguiendo las ocupaciones ordinarias de la vida y el estudio, aparecían inconscientes a cualquier alteración del gobierno moral o físico del mundo”.

En este capítulo, hasta aquí, me he referido a un lapso de tiempo insignificante: 4.000 años, periodo en el que se consolidaron las tres religiones que he mencionado. Por otra parte me he limitado hablar del Dios que esas religiones preconizan. Quiero recordar que partí citando a Protágoras, como un anticipo de la necesidad de poner el acento donde corresponde, en los conceptos de “hombre” y “humanidad”.

Hace algún tiempo, navegando por Internet encontré una información que me pareció útil para los fines de este escrito: Una expedición arqueológica franco-chadiana, encontró en julio de 2001, en Chad, norte de Africa, el cráneo de un homínido, cuya edad se estimó en 7.000.000, constituyéndose en el homínido más antiguo encontrado hasta hoy y en uno de los hallazgos más importantes en su tipo. En el mundo científico se le conoce como “Toumai”, que en la lengua nativa significa “esperanza de vida”.

He mencionado dos cifras: 4.000 años y 7.000.000 de años. Pero no son los únicos datos asombrosos que los científicos de hoy aceptan como verdaderas y que tienen que ver con nuestro entorno cósmico y que, esto es lo más importante, han sido difundidas profusamente por todos los medios existentes. Se calcula la edad del cosmos es 15.000.000.000 de años, de nuestro sistema solar, tierra incluida, en 4.000.000 de años. La galaxia a la que pertenece nuestro sistema solar, la “Vía Láctea” tiene 100.000.000.000 de estrellas.

Estoy seguro de no errar si afirmo que en la Historia de la Humanidad no existe un solo concepto, una sola idea, una sola técnica que no haya sido reemplazada o sustituida por otra, no una sino muchas veces, cualquiera sea el campo del conocimiento humano adquirido durante su desarrollo. Toda afirmación disponible, sobre cualquier tema, es sometida a examen una y otra vez.”. ¿Porque habríamos de aceptar sin discutir afirmaciones contrarias al sentido común, solo porque provienen de ámbitos religiosos?

Reitero mi pregunta inicial: ¿Porqué yo, hoy, habría de creer en un Dios de un pueblo primitivo, que ignoraba todo sobre el hombre, la naturaleza y el cosmos? ¿Porqué debería creer yo que Abraham existió verdaderamente y que, efectivamente, fue interpelado por Dios reiteradamente, cuando sé que no existe prueba alguna de su existencia y que dicha narración ya era conocida por los judíos mil años antes de de escriturarse?

Con todo, ¿existe Dios?

La pregunta me la han formulado muchas veces. Mi respuesta fue siempre la misma; “No lo se”. “No estoy en condiciones de aceptar o negar su existencia”. Si yo no tuviera otra alternativa, que la de creer en el Dios que me presenta cualquiera de las religiones actualmente vigentes, no podría sino declararme ateo. Pero si soy consecuente con mi posición, entonces no tengo sino que continuar atento a las señales de las investigaciones científicas, que ya nos han sacado de muchas dudas y que, de paso, en su oportunidad, confirmaron tesis de algunos hombres de ciencia o filósofos que por sostener concepciones discrepantes con las de la Iglesia, fueron víctimas de la persecución implacable de los dogmáticos de siempre.

Sin embargo, si Dios existiere, entonces estoy seguro que nosotros, los hombres del siglo XXI, estamos en la misma situación que Abraham y los suyos: No sabemos nada, no tenemos un solo indicio, sobre su origen, su naturaleza o su plan. por eso yo no soy ateo. Mi posición es la del agnóstico, que está atento a las señales de la ciencia y a la maravillosa evolución de la especie a la que pertenezco, una raigambre que viene desde las copas de los árboles africanos y que se dirige a las estrellas.

Carl Sagan, en el último párrafo de su libro “Cosmos” propone una explicación sobre el origen de la vida y del hombre que, por el momento, es la que me parece la más verosímil:

“Porque nosotros somos la encarnación local del Cosmos que ha crecido hasta tener conciencia de sí. Hemos empezado a contemplar nuestros orígenes; sustancia estelar que medita sobre las estrellas, conjuntos organizados de miles de billones de billones de átomos que consideran la evolución de los átomos y rastrean el largo camino a través del cuál llegó a surgir la conciencia, por lo menos aquí. Nosotros hablamos en nombre de la Tierra. Debemos nuestra obligación de sobrevivir no solo a nosotros sino también a éste Cosmos, antiguo y vasto del cuál procedemos.”

Estamos pues, como dice Sagan ante “Una evolución cósmica de quince mil millones de años que ha transformado la materia en vida y conciencia”.

Saturday, March 10, 2007

LA AVENTURA NORUEGA DE LA PRINCESA DE PALESTINA ANASTASIA JERUSALEM.


Hace unos días atrás terminé la lectura de un libro sobre la historia de Jerusalén que debemos a la “monja fugitiva”, Karen Armstrong, inglesa brillante, nada de loca, que vive de escribir libros y dar conferencias sobre las religiones monoteístas.

Por una razón que ahora no recuerdo, me quedó dando vueltas la palabra Anastasia o Anastasis. Viene del griego y significa resurrección. Su uso, como nombre propio, sirve tanto al femenino como al masculino. En el liceo no se enseñaba griego lo que hubiera sido útil, dada la enorme cantidad de palabras castellanas que vienen de ese idioma. Se que en el siglo IV, el emperador Constantino ordenó construir un santuario a la resurrección en Aelia, nombre que los griegos daban a Jerusalén entonces. De paso esta iglesia resultó de encontrar, después de mucho buscar, una tumba en la roca, que se estimó debería ser aquella ocupada para depositar el cuerpo de Jesús. Me puse a buscar la palabrita “anastasia” esperando encontrar un alto de referencias y fotos a la sepultura y el santuario y para mi sorpresa encontré varios artículos relacionados con el siguiente caso.

El 6 de diciembre pasado informa “20 Minutos”, en su edición de red, que una joven de 35 años, ojos claros y cabellos rubios ha sido detenida sin documentos por la policía de Bergen, Noruega. Ella afirma llamarse Anastasia Jerusalem y ser princesa de Palestina. La policía noruega solicita ayuda a quién pueda establecer la identidad de la joven. La mujer habla español e inglés. La misión de ella sería traer la paz a este mundo. Otra más?

Aftonposten (El Correo de la Tarde) agrega que la mujer habita desde hace un tiempo atrás en un departamento vecino al puerto pesquero de Bergen. No tiene inconveniente en alojarse en la cárcel, si las circunstancias la obligan.

Tres días más tarde, el diario español informa que se ha establecido que la princesa es Mari Carmen Aroca, originaria de L’ Alcudia, Valencia. El alcalde, que la identifica, ratifica que la mujer se hace llamar Princesa Anastasia Jerusalem. Ha estudiado filología inglesa y ha trabajado en un instituto (o liceo) valenciano. Hace dos años y medios que se ausenta de su patria. La princesa tiene 45 años y es madre de dos hijos. Trás un divorcio que la deja afectada, sumado esto a dificultades económicas, la mujer desaparece de su ciudad.

El 11 de diciembre el diario explica que el alcalde Fransesc Signes está agilizando los trámites para repatriar a la valenciana. La mujer sufre de problemas psíquicos, según la policía noruega. Quién no los tenga, pues lance la primera piedra. ¿Ninguno? ¿Nadie por aquí… por allá… la señora del vestido floreado?… ¿No? …Bueno.
Otras sitios me permiten completar el cuadro. La princesa sería la misma mujer que hace años se hace pasar por Alba Maria, en el área de Madrid, comprendida entre las estaciones de metro Opera y Callao. Acostumbraba a alojar allí, en los noventa, cuando viajaba a Madrid, en el hotel "Mayorazgo", al lado de la Gran Vía. Advierto que la zona estaba plagada de personajes y que la princesa difícilmente habrá llamado la atención circulando por allí. La gente que la conoce en Madrid sostiene que es una bellísima persona. No reclama títulos reales únicamente para si. Al propietario de un café de las vecindades lo llamaba el Califa y a un egipcio habitual del café le decía el Faraón. Comparando con esos títulos, el de Princesa, por más que sea de Palestina, resulta harto modesto.
Noruega quedó fascinada con su temperamento, suave y amable: “es simpática, optimista, alegre, empecinada a hacer el bien” e “insiste en sostener su sangre azul”. La combinación de tanta virtud y belleza colmó en todo caso la paciencia noruega. Optaron por echarla de vuelta a Valencia, pero no sin antes hacerle un buen control. Anastasia no logró llevar la paz, ni tampoco dar con el paradero de un príncipe que se le había perdido en otra vida. Su gira nórdica se transformó en un fracaso que debería descorazonarla. Salvar seres humanos de pecado, originales o menos que eso, nunca fue tarea fácil.
No se publica noticia en la red sin esperar comentarios inteligentes y elegantes de los lectores (lo cual vale también para este blog). Copio aquí algunos que encontré jocosos:
“A esta mujer la han acabado de volver loca sus alumnos del instituto”.

“Para ilegales, lo mejor es España: hay senegaleses, rumanos, ecuatorianos, colombianos. Cuando veo a un español por la calle me emociono y todo. “

“Con Aznar estas cosas no pasaban. La culpa es de Zapatero.”

“Qué alguien me de la dirección de su camello, quiero tomar de lo mismo que la princesa.”

Una barbarie que los noruegos, que tienen para dar y prestar, encierren a una mujer que lo único que quiere es dedicar su vida a hacer el bien. Una pena que la princesa Anastasia, cuyas fotografías debemos a la policía noruega y no le hacen justicia para nada, no haya venido a Estocolmo. Aquí habría estado a gusto. Tenemos “n” convencidos de que van a salvar el mundo, incluso en el gobierno.
Oscar Bravo Tesseo
Estcolmo, en Marzo de 2007

Tuesday, March 06, 2007

HIPATIA, UNA MUJER EXCEPCIONAL

El 8 de Marzo se celebra el “Día Internacional de la Mujer”. Como una manera de adherir a dicha celebración, estimamos conveniente recordar a una mujer excepcional, HIPATIA, (370, aproximadamente y 415) , quién fuera la última directora de la Biblioteca de Alejandría, a quién conocí por la lectura de “Cosmos”, de Carl Sagan. Del capítulo ¿Quién habla en nombre de la tierra?”, tomamos los siguientes conceptos.

"El último científico que trabajó en la Biblioteca fue una matemática, astrónoma, física y jefe de la escuela neoplatónica de filosofía: un extraordinario conjunto de logros para cualquier individuo de cualquier época. Su nombre era Hipatia. Nació en el año 370 en Alejandría. Hipatía, en una época en la que las mujeres disponían de pocas opciones y eran tratadas como objetos en propiedad, se movió libremente y sin afectación por los dominios tradicionalmente masculinos. Todas las historias dicen que era una gran belleza. Tuvo muchos pretendientes pero rechazó todas las proposiciones matrimoniales. La Alejandría de la época de Hipatia - bajo dominio romano desde hacía ya tiempo - era ya una ciudad que sufría grandes tensiones. La esclavitud había agotado la vitalidad de la civilización clásica. La creciente iglesia cristiana estaba consolidando su poder e intentando extirpar la influencia y la cultura paganas.
Hipatia estaba sobre el epicentro de estas poderosas fuerzas sociales. Cirilo, el arzobispo de Alejandría, la despreciaba por la estrecha amistad que mantenía con el gobernador romano y porque era un símbolo de cultura y de ciencia, que la primitiva iglesia identificaba en gran parte con el paganismo.
A pesar del grave riesgo personal que ello suponía, continuó enseñando y publicando, hasta que en el año 415, cuando iba a trabajar, cayó en manos de una turba fanática de feligreses de Cirilo. La arrancaron del carruaje, rompieron sus vestidos y, armados con conchas marinas, la desollaron arrancándole la carne de los huesos. Sus restos fueron quemados, sus obras destruidas, su nombre olvidado. Cirilo fue proclamado santo.
La gloria de la Biblioteca de Alejandría es un recuerdo lejano. Sus últimos restos fueron destruidos poco después de la muerte de Hipatia. Era como si toda la civilización hubiese sufrido una operación cerebral infligida por propia mano, de modo que quedaron extinguidos irrevocablemente la mayoría de sus memorias, descubrimientos, ideas y pasiones. La pérdida fue incalculable. En algunos casos sólo conocemos los atormentadores títulos de las obras que quedaron destruidas. En la mayoría de los casos no conocemos ni los títulos ni los autores. Sabemos que de las 123 obras teatrales de Sófocles existentes en la Biblioteca sólo sobrevivieron siete. Una de las siete es Edipo rey. Cifras similares son válidas para las obras de Esquilo y de Eurípides. Es un poco como si las únicas obras supervivientes de un hombre llamado William Shakespeare fueran Coriolano y Un cuento de invierno, pero supiéramos que había escrito algunas obras más, desconocidas por nosotros pero al parecer apreciadas en su época, obras tituladas Hamlet, Macbeth, Julio César, El rey Lear, Romeo y Julieta".

Saturday, March 03, 2007

SECUENCIA POETICA: EL FUEGO




Esto es un hallazgo, Enlazando versos de cuatro poetas chilenos distintos, me encuentro con la siguiente secuencia poética, en LA que la palabra clave es fuego:



“No solo el fuego arde entre nosotros”
(“No solo el fuego”, de
“Los Versos del Capitán,”
Pablo Neruda

Sentados frente al fuego que envejece
miro su rostro sin decir palabra
Jorge Teillier

Al fuego, mi único heredero,
dejo mi noble cuerpo,
y al viento albacea,
la dispersión de mis cenizas.
Gonzalo Millán, de “Testamento”

La ceniza pugna por aplacar la impetuosidad del fuego.
Ante el silencio permanente de Dios:
ante el silencio irrevocable de Dios.
Sergio Badilla

Thursday, March 01, 2007

UNA HISTORIA DIVERTIDISIMA



“Esta mujer está loca
quiere que la quiera yo.
Que la quiera su marido,
el tiene la obligación.
Angel Parra


“Escucha Cloty, estoy indignado con tu marido. Hace dos meses que no paga mis cuentas y me acaban de cortar la luz. Así no se puede vivir”.
--”………………….”--
No me escuchaste Cloty, tengo muchos problemas, no estoy para escuchar historias, por divertidísimas que sean”.
--“……………..”--
“Mira no exagero. Intenté subir las persianas veneciana y están trabadas. De tanto forcejear me cayó tierra en los ojos. Voy al baño para lavármelos, me saco los lentes, estornudo y se vuelan; estoy de cuatro patas en el suelo buscándolos cuando alguien se cuelga del timbre. Bajo a trastabillones la escala, abro la puerta y me encuentro con un cretino que me dice que no he pagado la cuenta de la luz, me corta el suministro y tu dices que exagero”.
--“…………………….”—
“De acuerdo, te veré en el “Rue Morgue” (1)

El muchacho que nos atiende en el bar se llama Ricardo Lagos, igual que el Presidente. Cuando el Paco lo supo pensó que podría ser beneficioso para su negocio. Llamó al administrador, Augusto Dupín, y le dijo: “Augusto te presentó a Ricardo Lagos” y a Ricardo: “Te presento a Augusto Dupin”. Augusto comprendió de inmediato lo del alcance de nombre, pero tuvo que mostrarle su cédula al muchacho para que le creyera. Cuando advirtió que el par de giles no entendía la razón de su incredulidad, les explicó que Augusto Dupín es un famoso detective creado por un escritor, un tal Edgard Allan Poe, o algo así, la Cloty sabe. Lo concreto es que el bar cambió de nombre, Ricardo Lagos es el poder tras las sombras (en el bar no se mueve una hoja sin que lo sepa). Inventó la idea de bautizar a los clientes con nombres taquilleros, a cambio, si aceptan, de fuertes rebajas en los precios de los consumos. El bar se llenó de gente famosa y el trio está ganado dinero a manos llenas. En uno de los muros del bar hay una foto en que estamos la Cloty y yo y bajo ella, se lee: “Bill y Hillary Clinton”. Ricardo Lagos quería que Cloty acepara registrarse como Mónica no-se-cuanto. La Cloty aceptó de inmediato pero cuando Ricardo me explicó quién era la tal Mónica, me opuse a su idea, tenazmente. Este Lagos es un canalla, debería irse al SQP y dejarnos tranquilos.

Ricardo me ve entrar a la distancia y, según acostumbra, me grita, ¡adelante Sr. Clinton, la Sra. Hillary lo espera al fondo!. Mientras avanzo entre las mesas los parroquianos siguen la broma y me saludan como si fuera Bill Clinton. Debo retribuir el saludo, en la misma forma, --veo en las mesas a Fidel, Lula, Osama Bin Laden, Shakira, Benedicto XVI, Madonna--, pero no estoy de humor para estupideces.

Pedimos dos pisco sour. Apenas Ricardo los deja en la mesa, Cloty toma su vaso y se bebe el trago al seco. Hace un ademán de saludar a alguien a mis espaldas y mientras lo averiguo, en un movimiento sorpresivo, veloz, preciso, toma mi vaso y se lo zampa. No alcanzo a protestar y me dice que va a la tualet, que necesita tomar una ducha. (¿Cómo se escribe tualet? Le preguntaré a Charles. “¿Aló? ¡Charles! ¿Cómo estás? ¿Bien? ¡Que bueno!, ¿Qué estás grabando, qué? ¿Venecia sin mi? ¡Ah! ¡Sin ti!, Bueno, Charles ¿me puedes decir como se escribe tualé? “T-o-i-l-e-t-t-e”. -- Con Charles nos conocemos desde que estuvo en Chile para filmar una película, “La rata chata o chanta, algo así, la Cloty se acuerda. Bueno, Charles, muchas gracias, ¡Arrivederchi Roma, ja,ja”! Bueno, sigamos, Cloty se fue al toilette ¿A tomarse una ducha? Bueno, ya saben, está cada vez más loca.

Cloty regresa a la mesa, balanceándose al ritmo de “Vaga ciudad”, la estupenda canción de “Raudales·, que alguien puso en el wurlitzer, entre los piropos de Lula, Fidel, Osama y Benedicto. Detrás vienen Ricardo, que trae una botella de champagne (así leo en la botella) y Bob, el fotógrafo del bar. Ricardo anuncia que nos hemos ganado un premio con el puntaje acumulado, “de conformidad con el Reglamento del Club de Famosos Rue Morgue”. “Les cambio las copas”, dice Ricardo, mientras descorcha la botella. Cloty alza su mano derecha, en ademán de saludar a alguien, pero esta vez no sigo su mirada: para ponerla a salvo, tomo la botella y la alzo. En la foto oficial aparezco como si hubiera querido empinármela, al seco. ¡Señores, las apariencias engañan! No hago esas cosas. En la foto la Cloty sale con cara de reproche. No he podido conseguir que el Paco la quite, dice “!Nadie está sobre el “Reglamento”! Ricardo, lo apoya: “Las instituciones funcionan caiga quién caiga!”

“Tengo que contarte algo divertidísimo”, insiste, tan pronto vuelve la calma al “Rue Morgue, pero, justo en este instante, suena su celular y se enfrasca en una animada conversación. Mientras habla, voy a ponerlos al día. La Cloty se casó hace seis meses con el dueño de un estrelloso hotel del barrio alto. Después de la boda se fueron a vivir a un departamento del mismo hotel. El tipo viaja permanentemente y, a los dos meses, durante uno de los viajes de su marido, regresó a su departamento. Su idea era vivir en el hotel solo cuando su marido estuviera en Santiago. En esos días se desocupó el departamento del lado y la Cloty me pidió que lo arrendara. Me negué terminantemente porque no tengo dinero para pagar el canon ni las cuentas, pero mi ex novia insistió y me aseguró que todos esos gastos los pagaría su marido. Finalmente, acepté, pero, como el cretino no paga, tan pronto termine su perorata, le informaré que no aguanto más, que me largo. Para mi asombro, tan pronto termino de escribir la última frase “el eje del mal” que me rodea estalla en vivas y aplausos, en una clara señal de respaldo, que me emociona.

¡¿Qué te largas!? ¿Estás loco? Mira, esto lo soluciono en cinco minutos… Se hace un silencio sepulcral. En el “Rue Morgue” no vuela una mosca. Todos esperan que mi vecina continúe su monólogo… (Victor Jara entona aquello que “la vida es eterna en cinco minitos”. Cloty deja su copa en la mesa y concluye: “Lo que pasa es que mi marido está celoso porque hace dos meses que no voy al hotel, pero decidí regresar mañana y, ¡listo!, todo vuelve a ser como antes. De eso te quería hablar. Hace dos meses fuimos con la Rosy al “Lujuria” para recordar antiguos tiempos. Decidimos que si conocíamos a alguien me haría llamar Tina y ella Alicia. Conocí a un gringuito muy simpático y tierno que no habla una sola palabra en castellano. Se llama Anglo Sajón y se fue hoy…” “--Espera un poco –la interrumpo--, “!Nadie se llama anglosajón!”. --“!Tu no lo conoces y pretendes decirme como se llama!”. La Cloty tiene razón, al menos eso cree la barra. Le pido entonces que me explique como, si el gringuito no sabe una palabra en castellano, le dijo su nombre. Se produce un murmullo de aprobación, tengo a la barra de mi lado, incluidos a Ricardo Lagos, al Paco y al Augusto… “Muy simple, responde Cloty, alzando la voz, para asegurarse que todo el bar la escuche: “Puse un dedo en mi pecho, lo mire a los ojos y le dije: Yo la Tina y el gringuito hizo lo mismo, pero al revés, y me dijo: yo anglosajón. Luego, ¿como se llama el gringuito”?

Tenía razón la Cloty, nos contó “una historia divertidísima”. En el “Rue Morgue” todavía se están riendo de la Hillary Clinton…


(1) La situación completa fue así. Suena el timbre. Bajo la escala. Abro la puerta. El cretino dice: Usted no ha pagado la cuenta de la luz, tengo que cortársela. Respondo con solemnidad y ¿han oído hablar a Ricartes Soto?, bueno, con esa voz): “Usted está equivocado, tiene que cortársela al marido de mi vecina”. El tipo grita alborozado: ¡”Que buena”! Saca de su mochila un cuaderno y anota mi protesta. “En veinte años nadie me dio una respuesta tan notable: “!Córtele la luz al marido de mi vecina!. Ojalá todas mis víctimas fueran tan simpáticas. Voy a publicar mis Memorias como cortador de la luz y ya tengo el título perfecto para mi libro. Guarda el cuaderno en la mochila, saca una cámara y me pide: sonría por favor. Y yo sonrío.

UNA NIÑA MALA PERO "MUY BUENA"




”Travesuras de la niña mala” es la última novela de Mario Vargas Llosa. La versión que leí, en menos de una semana, es una publicada por Alfaguara, en 2006, bastante mal impreso, en Chile. En varias de sus páginas la tinta de impresión hace borrones, como los que echábamos en la escuela primaria y el texto tiende a desaparecer.

La técnica escogida esta vez por el novelista peruano para montar la novela es sumamente interesante: Cada capítulo es la confluencia de tres elementos, además del tiempo: ambiente, personajes centrales y un tercer personaje, a cuyos méritos deberemos el reencuentro de los primeros. Los protagonistas no pueden ser más disímiles. Un joven peruano, de clase media alta (del barrio Miraflores), oficia de intérprete, se instala en Paris y, siguiendo los pasos del propio autor, viaja a Londres, visita más tarde Japón. Adónde vaya termina por toparse con la mujer que ama toda su vida – no en silencio, no se trata de un amor secreto – sino a punta de lo que en Perú llaman huachaferías, o sea piropos huachacas, lisonjas cebolleras las que, más él las repite, tanto más hacen reir a la afortunada que las recibe. Y menos parece ella creer en “corazones y almas destrozadas”, mientras cambia de personaje y hasta de nombre, en cada lugar. Pasa de una quinceañera chilenita, desubicada y descuerada por la envidia de las amigas limeñas, a convertirse en una mujer hecha y derecha, bella, extraordinaria, ya, perfecta. Con pasaporte nuevo, va y viene ella a través de la existencia gris del intérprete, cuyos escasos avances profesionales vienen menos de los meritos propios que de la necesidad de llenar con quehacer el vacío creado por las sucesivas traiciones de ella.

Es entonces el choque entre el antiguo sueño juvenil de los sesenta: llegar a Paris e instalarse allí a como de lugar y el deseo de vivir la vida, sin buscar una tranquila felicidad, pero si aspirando a la seguridad que dan, o deberían dar, si en este mundo hubiera justicia, el dinero y el poder. Ocurre que la niña mala creció en la clase equivocada, en una Lima poco apropiada para sus ambiciones y, a partir de allí, sin títulos académicos pero con una voluntad que envidiaría un samurai se empeña en un combate de gigantes para cambiar su situación. Igual que Sisifo, a veces pierde lo avanzado. Sin embargo, estas rodadas no la hacen arredrar en sus propósitos, ni la vuelven cobarde o sentimental. Sigue riéndose de su amante amigo y continua tratándolo a patadas, para que no pierda la costumbre. El enamorado, por su parte, desarrolla todas esas fases conocidas del hombre: pasa por celos, amor propio herido, deseos de venganza, auto-engaño, arrepentimiento, ternuras y disposición a perdonar, todo lo cual la niña mala ignora olímpicamente. De la relación interrumpida por las huídas de ella, ella solo pide algo de amistad, un poco de sexo y una gran porción extra de lisonjas que ella supone Ricardo es el último especímen suficientemente antiacuado cómo para ser capaz de soltarlas.

Los capítulos siguen una estructura simple. Un tercer personaje bien escogido sirve al propósito de ilustrar el período. Sirve también para hacer contrapartida a Ricardo desde una perspectiva masculina. Hacer de él aceptable al lector, más humano y simpático. Además, la presencia del tercer personaje tiende a convocar la presencia de la niña mala cómo por encanto. Ricardo mismo no hace nada por buscarla. Para hacerlo, tendría que dejar de ser el perfecto mediocre y resignado conformista que es, como la inmensa mayoría de nosotros. Por las circunstancias que sean, los caminos de ambos se cruzan a cada tanto sólo para que ella, termine cada vez por dejar tirado a su amante otra vez.

Con esta simple regla de montaje podría escribirse una telenovela, en realidad se han escrito ya muchas series maratónicas y uno se pregunta sino es justamente eso lo que Mario Vargas Llosa trata de hacer aquí. Escribir una obra literaria dirigida apenas al 5 por ciento de la población que lee literatura empleando para ello un montaje digno de un guión de televisión dedicado a llenar la vida del resto del garumaje con un encebollado gigante mezclado con mensajes de publicidad. Solamente que Mario Vargas Llosa lo hace con una maestría notable, mérito tan alto, que la novela se lee únicamente por el placer de su exquisito texto, aunque ella esté lejos de sus grandes novelas.

Finalmente, una anécdota personal. El ejemplar que leí, es uno que compramos con mi mujer cuando Mario Vargas Llosa estuvo en Estocolmo el año pasado. Al llegar a lo que debía ser la página 225 me topé –sin darme cuenta todavía – con la sorpresa de reconocer un texto que había leído antes. Un personaje explica así su filosofía de vida:

“Enamorarse de la mujer es un error” – sentenció Salomón Toledano - … “A la mujer, atrápala por los cabellos, arróllala y a la colcha. Hazla vislumbrar todas las estrellas del firmamento en un dos por tres. Esa es la teoría correcta. Yo no puedo practicarla por mi físico endeble, helás. Alguna vez intenté una machada con una hembra brava y me desbarató la cara de un bofetón. Por eso, pese a mi tesis, trato a las damas, sobretodo a las rameras, como a reinas.”

Obviamente, la aparición de este argumento, de fácil de reconocer dado su carácter controvertido, me hizo imaginar que estaba frente a un vuelco revolucionario en la técnica narrativa de Mario Vargas Llosa: la duplicación de escena, el quiebre con lo que venía relatando en la página previa, me hacía recordar los saltos concebidos por Juan Carlos Onetti entre capítulos de Juntacadaveres Larsen, El Astillero y todos esos textos dedicados a Santa Maria. Especialmente si se tiene en cuentas que el antes mencionado Toledano - judío sefardí y gran parlanchín de ladino - se había suicidado ya hacía a lo menos 70 páginas atrás. Esto parecía corroborar lo de la técnica narrativa “a lo guión de telenovela”: Sabido es que en una telenovela todo puede pasar, incluso que desaparezca el personaje principal de un capítulo al otro, si ello acomoda al rating de público. Pero, no. No era eso. Se trataba de un simple error de compaginación “hecho en Chile” y nada más. La página 153 aparece pues dos veces en el ejemplar de nuestra biblioteca. Cual sea su utilidad no lo se y no lo he podido averiguar todavía.

Oscar Bravo Tesseo
Estocolmo, Marzo de 2007
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